Levi
La tan esperada reunión, sin embargo, tardó unas horas más en concretarse.
Nuestro pelotón se había instalado en un lujoso hotel cuyas habitaciones eran suficientes para toda la gente que se había unido.
Entre los diez integrantes del pelotón de Daniel y Bruno, los cinco del de Elizabeth y Otrera, las cien personas mágicas del instituto Salem, Bruno, Joan, los tres invitados de Otrera y los ochenta integrantes de nuestro escuadrón conformábamos doscientas personas. No era un número grande pero suficiente para formar una Compañía Militar.
Los grupos de distribuyeron a lo largo de los diez pisos del edificio dejando el último piso para los rangos más altos.
Eso significaba que Elizabeth, Otrera, Zara, Sher, yo, Bruno y Daniel viviríamos en las suites del piso superior. El sistema de electricidad era lo suficientemente bueno como para poder comunicarnos a través del teléfono de la recepción con cada una de las habitaciones. Si necesitábamos informar al resto de la Compañía, podíamos hacerlo con rapidez.
Por el momento decidimos que lo mejor era darles tiempo a instalarse y conocer a sus nuevos compañeros. Pronto tendríamos que aprender a trabajar como una unidad y no como grupos independientes.
Decidimos Mara López , del pelotón de Elizabeth, Julia Rodríguez, de nuestro pelotón y Gabriel Polanski del pelotón de Daniel serían nuestros jefes de pelotón y nuestro contacto directo con los soldados. Si teníamos que informar algo, se los haríamos saber a ellos y ellos al resto de la compañía.
Sher propuso usar la sala de reuniones de la suite presidencial para nuestra primera reunión de la Compañía. Lo dijo como si ya hubiera estado allí, sin embargo sabía que nuestro pelotón nunca había usado los pisos superiores ya que éramos menos y no queríamos distribuirnos a lo largo de tantos pisos en vano.
Nadie se sorprendió cuando entramos a la habitación y descubrimos que Sher tenía razón.
La suite presidencial tenía varias habitaciones y, en una de ellas se encontraba una empolvada mesa de veinte asientos, la sala era evidentemente un sitio exclusivo para reuniones.Uno a uno fueron adentrándose en la habitación. Elizabeth, Zara, Otrera y un desconocido se sentaron del lado izquierdo y otro muchacho, Némesis, Daniel y Bruno se sentaron del lado derecho dejando las dos cabeceras libres. Supuse que eran para Sher y para mí ya que éramos los únicos que quedaban parados.
Observé a Sher seguir con la mirada a la chica que había llegado con Otrera. Sabía que su nombre era Némesis y que era muda.
Tenía el cabello castaño y sujeto en una formal coleta, sus ojos marrones y serios se suavizaron cuando su mirada se encontró con Daniel.
¿Se conocían? Daniel le dio un fuerte abrazo antes de sentarse a su lado y luego la presentó a Bruno.
-Vamos- me dice Sher tirando de mi manga. Sher se sentó en el extremo entre Elizabeth y Bruno y yo en la otra punta de la mesa, en la cabecera ubicada entre los dos desconocidos. Por un momento, en la habitación reina el silencio.
-Si nadie va a hablar, me gustaría tomar esta oportunidad para que todos se presenten considerando que no todos nos conocemos- propuso Sher tomando la palabra- No necesito que se presenten para deducir quienes son pero presiento que no es la situación de todas las personas acá sentadas.
-Yo soy Elizabeth Lester, también conocida como la Bruja Roja- se presenta la muchacha- poseo el Don de las cinco ramas mágicas y por eso se me asignó ese título. Es mi destino como Bruja Roja salvar a la humanidad o llevarla a su perdición
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Genetics
ActionSebastian se ha aliado con Urian para destruir a los Dioses de una vez por todas y depende de los Genetics acabar con ellos. El problema es qué hay cinco personas en el mundo que conocen a Sebastian y cómo podrían derrotarlo y todas ellas se encuent...