Cuadro Amoroso Del Shipp De Luka Y Marinette.

12.

Categoría:.
*Lukanette*

Personaje extra:
Emma (hija de Marinette y Luka)
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"No hay mal que por bien no venga"

Esa frase se ha vuelto una de mis frases favoritas.

Eso implicaba que no importaba que pasaras por un momento malo, ese mismo mal iría a volverse algo bueno al final.

¿Cómo lo supe?

Pues eso mismo lo viví en persona hace unos años atrás cuando le declaré mis sentimientos a Adrian Agrest, me fué muy difícil aceptar el hecho de que estaba enamorado de otra persona. En ese momento mi corazón se había roto y hecho pedazos en un santiamén, solo quería desaparecer dentro de las cuatro paredes de mi casa, hundir mi cabeza en mi almohada rosa y llorar hasta no poder más.

Anhelaba estar sola y undirme en mi propia tristeza junto al dolor ardiente que sentía en el pecho.

Lo que no esperaba era toparme con Luka en el camino. Y sin que se lo pidiera él se encargó de sacarme esas lágrimas pesadas de los ojos, me mostró una cálida sonrisa y me estrechó entre sus brazos reconfortantes. Ahí lloré como nunca antes lo había hecho y él solo escuchaba mis lamentos en silencio.

Luka me apoyó y consoló cuando estuve triste por Adrian, me visitaba casi todos los días luego del trabajo, siempre fué paciente y muy bueno conmigo, me enseñó a mostrar una sonrisa apezar de los problemas, y con el tiempo, a olvidar lo que tanto dolor me había causado.

~•~

—¡Mamá! ¡Mamá!

Salí de mi ensoñación al oír la voz de Emma llamarme, me giré para ver a mi pequeña acercarse para halar de mi mandil.

—¡Mamá...ven!

Me miraba con sus mejillas infladas y ceño ligeramente fruncido, sus ojos azules amenazaban con soltar lágrimas en cualquier momento.

—¿Que pasa Emma? —pregunté aún sintiendo los constantes jalones de mi hija, ella solo se reusava a responderme, solo pedía que la siguiera.

Viendo que no podía hacer nada más solo me dejé llevar por los pequeños brazos de mi hija, llegando a la sala de la casa, rápidamente mi hija halando de mi mano me guío a un sofá donde pronto tomé asiento.

—Mamá quédate ahí —pidió con una gran sonrisa en su rostro antes de salir por la puerta. Suspiré con resignación ¿Qué clase de sorpresa me tiene planeado esta vez  mi pequeña Emma?.

Cada día era la misma ocasión, me llevaba a la sala donde me esperaba uno de sus regalos o dibujos que me había dedicado. Debía admitir que a sus 4 años mi pequeña dibujaba muy bien, tengo todas sus obras de arte colgando en la refrigeradora.

En medio de mis pensamientos escuché unas notas de guitarra, de inmediato supe de quién se trataba, miré a mi derecha y ahí estaba Luka tocando su guitarra cerca de la mesa, lo miré de arriba a abajo, verdaderamente se veía muy guapo.

Las notas que salían eran hermosas, escucharlo tocar era simplemente increíble, Luka tocaba con su corazón y mostraba sus sentimientos en cada nota, esa era una de las razones por las que me empecé a enamorar de él.

De alguna forma me trajo recuerdos de cuando era más joven y al igual que ahora Luka tocaba sus dulces melodías solo para alegrarme el día.

Aquel efecto no cambiaría ni en mil años, estaba segura de ello, rápidamente mi rostro se tornó rojo, al parecer era algo que él ya se esperaba ya que me dedicó una sonrisa guiñando un ojo antes de hacerse a un lado y dejarme ver a Emma con un vestido rojo con puntos negros, llevaba unas zapatillas negras, cabello recogido y un moño que combinaba con todo.

—¡Guau! —era lo único que lograba salir de mi boca, estaba totalmente sorprendida al ver a mi pequeña vestida como mi alter-ego, se veía totalmente hermosa.

🎙️es Ladybug...
Saltando va...
Este poder a todos salvará..

Es Ladybug...
Suerte dará
Mi magia más fuerte me dará

Es Ladybug🎙️

—¡Bravo! ¡Bravo!—me paré y aplaudí luego de ver terminar de cantar a mi pequeña y muy talentosa Emma, rápidamente ella se avalanzo a mis piernas, yo corespondí inmediatamente el abrazo—Eso fué increíble mi amor... digno de una pequeña Ladybug —Emma me sonrió mientras yo pasaba mi mano por sus pequeños mechones azabaches.

—¡Sí, a mamá le gustó!

—Eso significa que también a la verdadera Ladybug le gusta... —dijo Luka mientras guardaba su guitarra en su estuche, lo miré y me dedicó una sonrisa juguetona. A Emma se le iluminaron los ojos ante la respuesta.

—¿De verdad mamá? —esos hermosos y brillantes ojos, cuanto amaba a mi pequeña, una gran fan de Ladybug.

—Por supuesto —asentí. Emma nuevamente me abrazó pero con mucha más efusividad.

Luka se nos unió segundos después y me dió un cálido beso en la frente; viéndome ahora con una familia y entre los dos amores de mi vida no me arrepentía para nada de los sucesos anteriores, todo eso tenía que pasar para que pudiera ver la luz al final del túnel.

Para que pudiera ver la paz al final de la tormenta.

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Espero les halla gustado el capítulo, comenten si fue así, espero verlos pronto en otro.

Bye