Los ojos de un gato son más hermosos de lo que parecen

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El domingo era un día especial para todos los miembros del dormitorio estrella polar ya que era un día de relajación donde podían tener un descanso o bien, poder avanzar en sus estudios culinarios como lo hacía cierto miembro.

Había pasado ya unas semanas desde que él padre de Erina Nakiri había sido derrotado, dejando que la academia Tootsuki regresara a la normalidad de antes, no sin antes haber sufrido una reestructuración interna donde la hija de Azami Nakiri había quedado a la cabeza de la escuela como directora y siendo el estudiante transferido, Yukihira Soma quien había obtenido el puesto de primer asiento.

La habilidad de Soma en la cocina había logrado permitir a los rebeldes, con ayuda de su padre y el abuelo de Erina, una victoria aún con la desventaja de miembros en contra los antiguos miembros de la Élite Diez. Todo era paz y tranquilidad después de la tormenta que vivieron

-¡Soma!

O al menos eso esperaban todos.

-¡Deja de gritar, Kobayashi Rindou!-gritaba Fumio desde la entrada al ver que el ex segundo asiento hacia acto de presencia en el dormitorio-. Sabes perfectamente que puedes entrar a ver al muchacho siempre y cuando evites que nos sirva sus especialidades.
Rindou en ese momento soltó una carcajada. Era imposible creer que el mejor chef fuera capaz de crear platillos grotescos capaces de hacer que la matriarca del dormitorio dejara entrar a alguien que fue tachada de traidora con el fin de evitar que aquellas creaciones vieran la luz.

-Entendido. ¿Se encuentra arriba o está en la cocina?-preguntó la chica lo más cortés que podía.

-Se encuentra atrás junto al joven Isshiki-respondió la anciana viendo el rostro de preocupación de la joven-. Descuida, creo que esta vez está usando ropa por completo en vez del delantal.
Rindou agradeció por la información para así entrar y buscar al nuevo primer asiento. Aunque ella había estado unas cuantas veces en ese lugar, le seguía fascinando como la fachada del edificio contrastaba con su interior, y aún así, todos los miembros disfrutaban vivir en dicho lugar, aún si este careciera de los lujos que otros dormitorios tenían.

Tras caminar un poco llegó a la parte trasera del lugar donde se encontraba su antiguo compañero junto al chico que buscaba. Ambos se hallaban cultivando sus vegetales en su pequeño huerto, los cuales usaban para sus recetas de cocina y para algunas otras cosas. Los dos platicaban sobre todo lo que debían hacer en el consejo de ahora en adelante, bromeando Soma de que Isshiki debería ser el primer asiento.

-No gracias, creo que ese papeleo te va mejor-contestó Isshiki.

-En verdad Nakiri me está matando con todos esos papeles. Ahora entiendo porque el viejo detestaba ser el primer asiento-contestó Soma cuando de pronto su vista se volvió oscura.

Isshiki se mostraba sorprendido de ver a su antigua compañera, jugar con Soma de esa manera. Rindou le regaló una mirada seria al castaño quien sonreía ya que Soma se mostraba algo preocupado.

-Vamos Soma, creo que sabes quién soy, ¿No?-preguntaba Rindou algo dolida.

-¿Kobayashi-senpai?

-¡Te he dicho que me digas Rindou-nee!

Yukihira retiró las manos de su amiga para voltear a verla quedándose sin palabras ya que sabía que ella le tenía una sorpresa, pero no se esperaba que dicha sorpresa poco tuviera que ver con lo que ella le había comentado.

-¿Y qué opinan?

La joven de ojos dorados movió su cabello de manera deslumbrante logrando que Isshiki como Soma le dieran una mirada sencilla sin asombro lo que terminó molestando a Rindou.

-Deberían de decir que mi cabello se ve hermoso corto. ¡Digan algo!-pedía ella con molestia ya que se llevó preparando para que el primer asiento se impresionara con su nuevo look-. Ustedes son de lo peor, ¿Lo saben?

-Ya me los has dicho antes-respondió Isshiki con una sonrisa.
Soma por su lado, miraba minuciosamente el nuevo aspecto de Rindou. Por un lado, a él poco le importaba como se viera ella, pero por el otro, aquel look le daba algo de nostalgia ya que el cabello de ella solía ser corto cuando se conocieron, además de que su mirada siempre era notoria sin importar que corte llevara.
Rindou notó como Soma le veía y una sonrisa se dibujó en su rostro dejando ver su mirada felina digna de ella.

-¡Sabía que mi nuevo peinado te gustaría, Yukihira Soma!-era obvio que ella se mostraba feliz al ver como Soma le miraba-, pero debes mirarme con ojos más lascivos, ¿no crees?
El nuevo segundo asiento soltó una risa tras escuchar las palabras que su compañera había dicho. Soma se mostraba un poco nervioso debido a la explícita insinuación que Rindou había mostrado notando como ella ahora sonreía con inocencia. No importaba si por su culpa había perdido su puesto, era obvio que ella seguiría molestándolo con aquel extraño cariño que desde el inicio había mostrado.
De repente todos los miembros del dormitorio salieron al huerto ya que esperaban poder probar alguna de las comidas que Soma e Isshiki preparaban, pero grande fue su sorpresa al ver que el antiguo segundo asiento se encontraba ahí conversando alegremente con ambos.

-Parece ser que ya llegaron*dijo el segundo asiento con una sonrisa*
- Deberías de quedarte. Creo que serás bienvenida por todos.
Rindou se había sorprendido por las palabras que él había dicho. Por un momento pensó de que se trataba de ser aceptada por todos, pero entonces se dio cuenta de que se trataba de una invitación de parte de todos con el fin de que ella se quedara ahí junto a todos.

Una extraña sensación de calidez llenó su corazón y fue entonces que un brazo rodeó su cuello. Soma se encontraba feliz de tener a Rindou cerca y disfrutaba mucho de su compañía, por lo que la idea de su senpai era una excelente oportunidad para conocer más de ella.

-Fumio casi te acepta, sólo debes cocinarle algo para quedarte*dijo Soma sonriente.*

Ella no pudo más que soltar un suspiro para regalarle una sonrisa al tonto chef que le declaró la guerra. ¿Acaso iba a aceptar tal propuesta? No importaba si lo negaba, en el fondo ella quería pasar su último año en compañía del estudiante transferido que había escalado a la cima tal como había declarado en su primer día.

-Ya que, de todos modos ustedes son más divertidos que todas las personas de mi dormitorio*había declarado ella para de sorpresa darle un beso a Soma en su mejilla logrando sonrojar ferozmente al primer asiento*

-Además, de que podré estar más tiempo contigo.

El joven chef se había sorprendido de verdad por la muestra de cariño que le habían dado, pero no pudo estar más que feliz debido a que ella aceptó la propuesta de Isshiki. Incluso si ellos tenían poco tiempo juntos, los dos iban a hacer de ese tiempo el mejor de todos, ya que al final, los dos eran dos gatos que amaban el caos del otro.

Una Mirada Diferente (Soma x Rindou) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora