Ahí lo tenía, en la misma cama, espalda contra espalda. Kou no podía pegar el ojo, estaba atacado en nervios por tener tan cerca a la persona que le hacía sentir cosas tan raras.
Había sido una semana rara para el Minamoto menor, donde las hormonas adolescentes estaban empezando a jugar su papel. Y Mitsuba potenciaba todas esas emociones que el rubio estaba empezando a encontrar odiosas.
Kou no era un pervertido, era el mas sano de sus amigos. Pero la existencia de Mitsuba le estaba significando el qué sus alas de santo se empezaran a caer.
Llegaba a pensar que Mitsuba lo hacía a propósito, no podía ser que el pelirrosa fuera tan lindo y sexy por instinto. La forma en la que se movía, sus miradas, como jugaba con sus labios o como comía pockys... Era todo una bomba demasiado pesada el Minamoto.
Justo esa misma noche, mientras que con ayuda de su hermano mayor arreglaba su habitación para hacerla mas cómoda para el chico, Mitsuba apareció luego de haberse dado una ducha. Llevaba una camisa de pijama que Kou le había prestado, y unos bóxers que se le caían un poco, también prestados por el chico. Por el calor de la ducha, partes del cuerpo como los labios, mejillas, rodillas, hombros y la punta de los dedos se encontraban de un leve color rosado que derritieron al protagonista de esta historia. Fue como si se le hubiese ido el aire, y tuvo que fingir que nada sucedía o su amigo le vería como un degenerado.
Había conversado con su hermano mayor sobre el tema, y la respuesta de Teru le hizo sentir de alguna manera mas aliviado consigo mismo.
"¿Tiene algo de malo que te guste un hombre?" fue como si esas hubieran sido las palabras que mas deseaba escuchar, y se sentía un poco mejor consigo mismo tras ello. Pero ahora tenía otra inquietud, y eran los sentimientos de su amigo.
"¿Y si no le gusto? ¿Y si se aleja de mi por esto?"
Si así era, entonces prefería guardar silencio y contenerse para siempre.
Pero que difícil era, y más que acababa de sentir al chico moverse en esa pequeña cama que compartían.
De pronto se sobresaltó, el chico pelirrosa se había dado vuelta y sus manos intrusas se habían colado bajo su ropa y se estacionaron en ambos costados de su cadera. A Kou le volvió a faltar el aire, y su corazón comenzó a latir con fuerza. Podía sentir la calidez de las manos ajenas quemarle, y sus dedos acariciando muy suavemente donde estaban.
Debía ser por estar durmiendo, quizás le había confundido con un peluche. Si, debía ser eso.
De pronto las manos pasaron de estar en sus caderas a directamente subir un poco a la cintura y meter los brazos, abrazando el cuerpo del rubio.
En lo que sus mejillas comenzaban a arder, Kou buscó con su mano a la otra ajena, entrelazando cálidamente sus dedos.
El menor de repente cargó su cara en la espalda del otro, restregandola.
- ¿Minamoto-kun? - Habló de pronto, haciendo que al mayor se le erizara la piel.
- ¿Mi-Mitsuba...? - Giró un poco su cabeza para intentar verle, el pelirrosa alzó su vista también y sus miradas lograron conectarse.
Sin soltar la mano de Mitsuba, el rubio empezó a darse vuelta poco a poco para quedar frente a frente con el chico.
- ¿Tu tampoco puedes dormir? - Preguntó el menor, recibiendo como respuesta una negativa con la cabeza.- Ya veo... - Y tras decir esto, se abrazó otra vez al cuerpo ajeno. Guardando sus manos en la espalda del otro y escondiendo su cara en su pecho.
Los latidos del mayor estaban descontrolados, y el más bajo podía sentirlos mejor que nadie. Y de alguna forma, aquel sonido le traía una paz que le hacía desear quedarse así por siempre.
ESTÁS LEYENDO
«Midnight Curiosity» Mitsukou (Oneshot R18)
FanfictionAmbos adolescentes en plena guerra con las hormonas, juntos en la misma cama, es media noche pero no pueden conciliar el sueño. La cercanía de sus cuerpos despiertan la curiosidad y deseos mas ocultos. - "¿Está bien si te toco?" - "Tocame, Minamoto...