"Las heridas del corazón duelen más que las marcas de mi cuerpo"
Me sentía bastante cansado, como si un torbellino hubiera pasado por encima de mi cabeza, o una manada de lobos salvajes me hubieran atacado. Apenas abrí los ojos el mareo y las náuseas llegaron, mi cabeza daba vueltas, me sentía horrible, me levante de, ¿la cama? En dónde estaba, aún confundido, mire a mi alrededor, este no era mi cuarto.
La puerta se abrió y un hombre de cabello opaco apareció, bien vestido, y con un aroma exquisito, se quito el saco seguido de la corbata, era Jeremy, pero detrás de él venia el chico que parece que cada vez que me ve quiere matarme.
-¿Qué hago aquí? -Pregunté ansioso y confundido.
-Te desmayaste porque eres un completo imbécil. -Dijo Mika sin pelos en la lengua.
-Mika, basta. -Dijo Jeremy y lo amenazo con la mirada, pero Mika, quizás acostumbrado no se inmuto.
-Me refiero a...¿qué hago en su casa?
-Mi prometido. -Recalco esa palabra. -Te vio moribundo y sintió lástima por ti. -Jeremy cansado de la situación, tomó a Mika de los hombros y comenzó a empujarlo suavemente fuera de la alcoba. -¡Lárgate de mi casa! -Gritó una vez fuera antes de que Jeremy cerrará la puerta
-Lo lamento. -Se disculpó, ¿Será mi oportunidad?
-No es nada, entiendo, pero...Jeremy, ¿por qué me trajiste aquí?
-No me digas Jeremy. -Parecía más una orden que un comentario.
-Lo siento.
-Te traje aquí porque yo lo decidí así de simple, pero puedes irte cuando quieras. -Se sentó al lado de mi. -Déjame ver. -Su mano toco mi frente verificando si no tenia temperatura o algo así. -Quitate la ropa.
-¡¿Qué?! -Cuestione.
¿Así nomas? ¿Qué le pasa?
Él aun con esa mirada amenazante, repitió esas palabras en un tono bajo. Obedecí a lo que dijo y me quite la camiseta, no quería, o más bien, no me quitaría la falda, ¿para qué?. Él me miro durante un momento y con su dedo indico que me moviera dejando a la vista mi espalda, era lo peor de mi cuerpo, mi espalda estaba llena de algunas cicatrices.
-¿Esto de qué es? -Pregunto.
-No es nada. -Dije sin darle demasiada importancia, él pareció entender y guardo silencio, toco suavemente mi piel, dando un pequeño masaje.
-Ya está bien. -Se alejo y se levantó sin mirarme. Me gire nuevamente y me coloque nuevamente la camisa.
-¿Podrías llevarme a mi casa? -Me entregó mi teléfono, eso parecía un rotundo no.
-Llama a alguien, te estaremos esperando en la sala. -Seguido de esto salio de la habitación.
Genial, no dije nada, ¡no hice nada! Lo tenía conmigo a solas y el cerebro se me seco, me quede inmóvil ante su presencia, de ser un chico tímido y suicida, termino siendo un atractivo y espeluznante hombre. Me levante de la cama, me puse mis zapatos y salí igualmente de la habitación, camine por una largo pasillo y entre a la sala, donde Mika y Jeremy se estaban...besando. Carraspe la garganta para que me prestaran atención.
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El chico de la falda Rosada. [Yaoi/Gay] [Editando]
Novela JuvenilNai Vander es el hijo mayor y cabecilla de la familia Vander, rival de la familia conocida por malas razones como los Evans. Un tanto cliché: Rivalidad convirtiéndose en un amorío juvenil. Combinando la vida empresarial con la vida privada, algo dep...