Alma Radiante

1. Despedida

"Eres mi bro del alma, y nunca te lastimaría".
Dijo con confianza desde su pecho, con su gentil sonrisa y la inmensa tranquilidad y seguridad que sólo él me hacía sentir. Se fue de la playa y creí que lo que había dicho era verdad. Pero la siguiente vez que lo vi todo fue muy diferente a su promesa.
Entré a buscarlo más tarde para ver juntos la puesta de sol, él estaba ahí, con la puerta entreabierta noté que estaba recostado, con su misma barba delineada perfectamente, tenía los ojos en blanco, se veía agitado, apenas y podía respirar, sus labios como queriendo esforzase para emanar pujidos más fuertes, me acerqué y abrí lentamente más la puerta  porque ya me temía algo horrible, entonces, quedó el acto al descubierto, como si se tratase de una película de horror quedé pretificado cuando vi a mi hermano aferrándose a las entrañas de ese hombre que se decía mi mejor amigo, mi otro hermano, había causado una lesión en mi alma, me sentía como si fuese atravesado por una espada en el pecho, sosteniendo el puño la persona en que más confiaba, sin embargo, me sentía peor por lo que le había hecho a mi hermano, había transgredido su inocencia y lo había convencido de llegar a cometer una atrocidad.
No recuerdo lo que ambos dijeron cuando me encontraron frente a la cama, solo se que lloraba un río de lágrimas por dentro y por fuera mientras ellos igual de sorprendidos trataban de explicar la situación, pero no oía nada, no podía encontrar una explicación a algo así, salí corriendo de ahí pero me seguía el eco de la voz de Anton pidiendo perdón. Tomé un taxi directo al aeropuerto, el nivel de dramatismo en mi vida en sólo unos minutos había superado a la ficción, definitivamente todo tenía que ser una broma de la vida, necesitaba encontrar el botón de reset para comenzar de nuevo al menos ese capítulo de mi vida.
Cuando llegué a mi casa mi madre me vio muy preocupado, no tenía la capacidad de ocultar algo así y fingir una semblanza de que todo estaba bien porque no era así, mi maldito mundo había sido destruido, no quería decir nada, ella preguntó alterada dónde estaba mi hermano y sólo pude decir que él llegaría después, me fui a perderme en mi habitación pues no sabía dónde más guardar todas esas emociones que me estaban haciendo daño, no podía dormir, no dejaba de pensar cómo algo así pudo pasar, poco a poco mis lágrimas se fueron secando, pero el dolor parecía más intenso.
Al medio día sonó un auto afuera, vi desde la ventana el auto de Anton, él nunca bajó, sólo esperó hasta que Dilan entró a la casa para arrancar.
Por supuesto, mi hermano no le contó nada a mi mamá, escuché a escondidas cómo le dijo que yo no me había sentido bien en la despedida de soltero de Anton y por eso ambos habíamos regresado, su mentira resaltó el enojo que sentía sobre otras emociones, pero en cierta forma era mejor que mi mamá no supiera nada de lo ocurrido.
La cabeza me daba vueltas, tenía una extraña mezcla de sentimientos que no podía entender del todo: asco, ira, tristeza. No podía sacar la imagen de ellos juntos de mi mente.
Bajé en la noche a la cocina a tomar agua, y ahí me encontré a Dilan.
-Te ves pálido, ¿Quieres un vaso de agua?
No contesté de ninguna manera,  me quedé parado frente a él con la mirada baja y una gran semblanza de rabia que él parecía no notar.
-Okey, te dejo un vaso aquí-Sirvió el agua, él tomaba leche caliente, lo cual me hizo enojar más, cómo era posible que después de verlos así él se sintiera tan tranquilo como para tomar leche caliente mientras yo solo quería desaparecer del mundo para calmar mi agonía- Vale, si te apetece algo más dulce he hecho leche con bombones- Se detuvo un momento y luego siguió su camino fuera de la cocina cómo si nada hubiera pasado, peroro yo ya no podía más.
-¿Podrías dejar de ser tan infantil?-Estaba totalmente rojo, sentía mucha presión en mi cuerpo que poco a poco se iba liberando, la cabeza me iba a explotar.
Dilan dio un paso hacia atrás, estaba desconcertado, jamás le había hablado así a él ni a nadie.
-¿A qué te refieres? Creí que te gustaba la le…
-Hablo de ti y lo que hiciste en la fiesta de Anton, o bueno, tal vez no sólo lo has hecho ahí, ¡¿te volviste loco o que te sucede?! ¡Él es un HOMBRE!, no deberías meterte con un hombre, y si de por si eso ya es malo, él es mayor que tú, tú apenas estas por acabar el bachillerato mientras que él te lleva 6 años, pero realmente lo peor es que cómo pudiste tú, mi hermano, hacer algo así, él era mi mejor amigo, a ninguno de los dos les importó eso, destruyó toda la confianza que le había dado, a él también lo consideraba un hermano, siempre fue la mejor persona conmigo, me apoyó en todo momento pero al parecer yo no era tan importante para él y vino a abusar de ti, él sabía cuan importante eres tú para mí. No pude aguantar más y rompí en llanto, lleno de dolor y furia.
-Escucha, eso fue algo que nosotros no planeamos, nos conocemos desde pequeños pero realmente nunca habíamos conversado, fue hasta que un día el vino a casa esperando encontrarte pero tú seguías en Boston, comenzamos a hablar de cómo era extraño que casi no nos conocíamos, la conversación fluyó bastante bien, casi por accidente nuestras manos se toparon pero en esa ocasión no pasó nada más, no me gustaba, sólo sé que me sentía muy cómodo de como habíamos hablado, luego me mandó un mensaje para salir a platicar, él te extrañaba mucho y necesitaba platicar con alguien, no planeamos que pasara nada más,  nos sentíamos bien estando juntos y queríamos disfrutar eso, él se habría mucho conmigo y yo le podía contar tan bien como me sentía, cada vez había más confianza entre nosotros, una tarde el se acurrucó en mis piernas, yo acariciaba su rostro y entonces nuestros labios se encontraron, creí que me apartaría con un golpe pero desde entonces, todo lo que ha pasado entre los dos ha sido porque LOS DOS queríamos.
-Me ha quedado claro que ambos querían hacerlo o no los habría encontrado gimiendo en el hotel, incluso ahora estás tan tranquilo, pero además, haciendo a un lado el hecho de que yo no les importé nada creo que no han tenido en cuenta el daño que le hacen a Britany, la cereza del pastel es que Anton se va a casar, ¿Lo entiendes? ¡Él se va a casar con una MUJER!, ¿Cómo pueden continuar con sus encuentros?
-Eso terminará.
-Entonces ¿Eso era una despedida? ¿No volverá a pasar?
-¡No!-Se veía algo exaltado- Me refiero que él cancelará su compromiso con Britany, Anton no la quiere como esposa, creo que algún día me dará el anillo a mi, pero por ahora es complicado para él, así que supongo que sólo me pedirá ser su novio.
-¿Escuchas lo que estás diciendo? Sólo dices algo para empeorarlo todo, ¿Acaso cres que eso ocurrirá? Nadie apoyará una idea tan loca, claramente tampoco yo.
-Martin, entiendo que es difícil de entender, pero yo lo amo, y sé que él a mí también te quiere a ti. Ya no puede con esa mentira, y ya llegó muy lejos pero lo va a detener, las cosas no se hubieran complicado tanto de no ser por su padre.
-¿Él lo obligó?-Grité sarcásticamente mientras intentaba encontrar apoyo en la mesa pues no estaba pidiendo con todo.
-No, pero se sentía muy presionado, Britany tiene una familia de renombre, su padre quedó maravillado y de inmediato le dió su aprobación, él cree que es lo mejor para Anton, pero eso no es cierto.
-Aun así, nadie obligó a Antón a pedirle matrimonio ¿Verdad? Sabes, él se veía muy feliz por pedirle matrimonio, yo lo acompañé a comprar el anillo, estaba tan ilusionado, como pocas veces…
-¡Mentira!, él siempre me dijo que no sabía cómo terminar con ella.
-Tal vez lo dijo, pero yo se lo que vi. Así que ¿ves porque estoy tan enojado? Si te lastima como ya lo ha hecho conmigo jamás me lo voy a perdonar, como pude no haber visto esto antes, si ahora parece tan obvio porque Anton estaba todo el tiempo cerca del vecindario pero casi no hablábamos, estaba aquí por ti.
-Mira, creo que sólo intentas que no lo vea más, pero sé lo que Anton siente por mi, creo en su palabra, esto es algo sólo entre nosotros dos y no nos importa si medio mundo está en contra, voy a ir a verlo ahora mismo, no puedo creer que incluso tú nos des la espalda.
-Dilan estás loco, es muy tarde.
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