Me llamo Alesha, tengo 10 años y he visto cosas, que una niña no deberia de ver, empecemos...
Nací en un pequeño pueblo llamado Toluca, mi madre, no es que tubiera dinero, y mi padre nos abandonó cuando se enteró de que mi madre, María, estaba embarazada. Cuando tenia un mes, mi madre no podia más llevar la carga de no poder mantenerme, así es que me dio en adopción. No tardaron en adoptarme así es que tuve una 'familia' muy rápido. Mis padres adoptivos se llamaban Saul y Cristina, fueron buenos padres, pero cuando yo cumpli los 3 años empezé a crecer demasiado rápido y maduré, mucho, demasiado... Asi es que mi comportamiento fue de mal en peor, mis 'padres' me dieron otra vez en adopción. Esta vez tardaron más en adoptarme, puede que unos cuatro o cinco meses. Pero al fin me adoptaron. Con esa familia tampoco me fue bien, así hasta que cumpli los 6 años pasando hasta por 10 diferentes casas. Mi vida era un infierno, iba de casa en casa, siempre me acababa llendo, todos me odiaban. Cuando volví al centro de acogida, conocí a unos chicos muy simpaticos, pero en nada se dieron cuenta de como realmente era yo, una chica amargada a la que no querían.
Pasaron semanas meses e incluso años, cumpli los ocho y no me habian adoptado, seguía alli, todas las familias que venian a verme, se acababan llendo por que les parecia una niña horrible, triste y poco sociable. Cada vez que escuchaba eso, me entraban unas ganas inmensas de dejarlo todo, de no vivir, la gente esa no sabía lo que podia hacer con unos simples comentarios...
