SOL

7 2 0
                                    






El sol ya había asomado y comenzaba secar los vestigios de lluvia. Algunos de sus rayos se filtraban entre las paredes del angosto callejón e iluminaban la cara de Ulises, que estaba sentado en el asfalto, con varias heridas sangrantes.

- Veo que escribís comics - comentó la chica que se encontraba parada a su lado. Parecía ya recuperada de la horrible experiencia que había tenido.

Ulises notó que ella dirigía su mirada hacia su portafolio empapado, que había sido tajeado y a través del tajo podían verse sus historietas.

- Escribía...

La mujer lo miró extrañada.

- Me despidieron hoy - concluyó él, mientras las gotas de sangre estallaban en el suelo cayendo desde su barbilla.

Ella se quedó varios segundos en la misma posición, pensativa, contemplando como se formaba un circulo rojo sobre el asfalto debajo de la cara de Ulises.

- ¿Seguro que no queres que llame a una ambulancia? - insistió ella.

Ulises la miró y asintió suavemente con su cabeza, para luego tratar de incorporarse.
Tomó su portafolio, que estuvo en primera linea de batalla y su sobretodo, y comenzó a caminar hacia la calle.

- ¿Cuál es tu nombre? - preguntó la chica.

Él se volteó de forma un tanto torpe.

- Ulises...Ulises Greco

- Bien, me presento, mi nombre es Greta Circe, - comenzó ella -  trabajo para una productora de filmes...

Ulises escuchó e hizo un gesto con su mano para que prosiga.

- Actualmente estamos interesados en realizar una adaptación de un comic y buscamos ideas, asi que...

Greta metió su mano dentro de su bolso y comenzó a revolver hasta encontrar lo que buscaba.

- Acá está, si te interesa, llama a este número - indicó ella mientras le alcanzaba una pequeña tarjeta.

- Lo voy a tener en cuenta, gracias - expresó Ulises

- No, por favor, yo te agradezco nuevamente por haberme ayudado, realmente lo aprecio mucho.

Se despidieron con un apretón de manos. Ulises se tapó sus heridas con el sobretodo, y comenzó a caminar nuevamente, mientras escuchaba los pasos de Greta alejándose.

Estaba feliz. Se había dado un conjunto de situaciones coincidentes que logró revertir toda la negatividad que portaba encima. No sólo había evitado una violación, y conseguido a causa de ello una oferta de trabajo, sino que también había actuado como un héroe, y eso le resultaba valiosísimo.

No necesitó de la ayuda de nadie, optó por no llamar a la policía, y enfrentarse a los maleantes a pesar de estar en desventaja. Aunque eso le costó el hecho de salir herido, no le importaba. Se paró frente a ellos, y los invitó a pelear. Recibió varios puntazos en el abdomen con los bordes filosos de un cuello de botella partido y una trompada en la boca, pero finalmente logró noquear a uno de los criminales, con la ayuda de Greta que pudo bajarle la guardia, y ante esta situación el otro contrincante debió huir llevándose a su compañero a rastras.

Veía una y otra vez la escena en su mente, a la vez que esquivaba los charcos donde las baldosas estaban ausentes.

Recordó entonces una frase que siempre le decía su padre cuando era pequeño: "Por mucho que llueva, algún día saldrá el sol". Cuanta razón tenía aquel hombre al que tanto extrañaba. El sol había salido en todas partes, en la ciudad, y en el interior de Ulises, que comenzaba a sentir el calor de aquella estrella por dentro, y sus rayos emanaban de él en forma de felicidad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 12, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DéjàvuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora