parte única

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siempre se ha sabido que los niños poseen una gran imaginación, utilizada para crear mundos donde son sus propios directores y protagonistas, aquellas historias son creadas dentro de "fortalezas" privadas y secretas. hechas a base de sábanas siendo extendidas por sillas creando así una carpa, y almohadas que les daban comodidad frente al duro suelo.

así que ahí estaban, wooyoung y san, creando un mundo de fantasía perfecto. un mundo donde solo ellos dos serían los protagonistas de sus historias.

—¿crees que sería malo ponerle una gran nariz? digo, es muy feo, le daría su toque.—san se reía por lo bajo dando opciones para que su compañero dibujara al malvado de su próxima historia.

—yo creo que un villano guapo no vendría mal, sería más fácil para él engañar a la dulce princesa.—opinó wooyoung. esa noche se habían decidido por escribir -y dibujar- una historia de amor para variar, regularmente relataban cosas sobrenaturales o épicas peleas realizadas por ellos. no era el fuerte de ninguno de los dos crear tales historias, pero valía la pena.

—oh si, esa idea me gusta.—san dió pequeños aplausos.

Con un asentimiento de cabeza, wooyoung se dispuso a dibujar a aquel guapo villano, sus trazos eran decididos y seguros, no era un experto dibujando pero le salía decente. ya tenía una idea en mente de lo que hacer.

cuando finalizó aquel dibujo volteó el cuaderno para que san lo pudiera ver. el menor no esperaba tal dibujo, quedó confundido.

—¿ese no eres tu, hyung?—preguntó san ladeando su cabeza en señal de confusión.

—así es, yo seré el villano y tu serás la dulce princesa.—el mayor esperaba que san le reprochara por darle el papel de una mujer, pero no fue así.

—mmmh, si yo soy la dulce princesa y tu el villano, se supone que alguien tendrá que salvarme de ti ¿no?—san no se sintió molesto por tener que ser la mujer, al contrario, le parecía algo inusual y emocionante a la vez.

wooyoung se quedó pensativo ante la respuesta del menor. pensó en crear a un príncipe, pero no quería que alguien más se quedara con su sannie y él recibiera el castigo por sus fechorías, así que lo descartó. Se quedó un rato pensando hasta que dió con un resultado.

—¡ya sé! podemos hacer que el villano en un principio intente enamorar a la princesa para hacerla sufrir luego de desaparecer e irse con alguien más, pero sus planes salen mal y termina enamorándose de la dulce princesa y olvidar sus intenciones malevolas para así vivir feliz al lado del amor de su vida.—aquella idea había sido la mejor que ha sacado en su corta vida, esperaba que al menor le gustase.

la sonrisa y los ojos brillosos de san indicaban que aquello le había fascinado.—¡me encanta, ya quiero que la escribamos!—la idea de su hyung era simplemente perfecta, era de amor claro, pero también era única a lo que estaba acostumbrado a leer en los cuentos de hadas.

y así crearon su hermoso cuento, al que llamaron: 'la dulce princesa y el villano tonto'

                                 ***

—vaya...si que teníamos una gran imaginación.—la nostalgia invadía el cuerpo de san, acababa de leerle a su novio aquella historia que juntos habían creado.

—el papel de dulce princesa te quedaba y te queda perfecto, sannie.—wooyoung sonreía con su cabeza apoyada en el regazo de su novio mientras este le hacía caricias a su cabello.

—¿ah sí? ¿por qué?—san dejó el cuaderno a un lado y se acomodó para ver mejor a su novio.

—porque eres tan hermoso en todos los sentidos de la palabra y tan dulce como la miel, lo que lleva a que cualquiera se enamore de ti, ¿por qué crees que tengo que celarte? yo gané con esfuerzo tu amor así que tengo que cuidarlo.—el menor río enternecido al recordar esas divertidas escenas de celos que formaba wooyoung.

—tu eres más tonto que villano.—volvió a reír mientras que el mayor hacia un puchero.

—es culpa tuya que me volviera tonto, enamorandome tan intensamente, eres malo.—wooyoung recordó los momentos vergonzosos que pasó debido a su poca capacidad de ordenar sus pensamientos y acciones cuando estaba cerca de san.

—pero al final te ganaste el corazón de la princesa ¿no? debió haber sido una buena recompensa.

—oh si, ahora tengo a la dulce princesa a mi lado y no me arrepiento de nada.—tomó la cabeza de san y la acercó a la suya para darle un beso lleno de sentimiento.—te amo, sannie.

—y yo a ti, villano tonto.



q vergüenza

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la dulce princesa y el villano tontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora