Amor en la Cocina

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-Vamos Eleonor nos acabamos de graduar como chef y tenemos que ir a celebrarlo además es con antifaz nadie sabrá que eres la hija del dueño de uno de los mejores restaurantes y que serás su chef principal- comento la que decía ser mi amiga durante todo mi tiempo de estudio

-Iré por que quiero y no porque me lo estés diciendo- dije mientras buscaba una traje que ponerme

-Bueno por lo menos fui una buena amiga en comprarte este antifaz- menciono pasándome uno demasiado feo para ser sincera

-Tranquila yo tenia uno- respondí mostrándole el que me había comprado

Jamás me pondría algo que ella me regalara sabrá Dios sus intenciones.

Todo este tiempo en la universidad por ser hija de uno de los chef más reconocido de la ciudad sufrí de un bullying interno entre mis compañeros.

Para ellos nada debía salirme mal por el simple hecho de ser hija de un chef, pero cometía muchos errores para ser sincera.

Incluso fui la peor del grupo todo el tiempo.

Mi padre es el italiano Antonio Russo dueño de la cadena de restaurante Russo en donde se hacen las comidas italianas más exquisita de toda la vida.

Mi madre en su tiempo fue una modelo altamente reconocida que una vez que nos tuvo a mi hermano y a mi dejo su carrera de lado.

Como dije tengo un hermano mayor llamado Antonio Russo Jr.

Si mi padre quería un heredero con su mismo nombre y más cuando supo que su primer hijo era varón.

Pero a ese idiota no le gusta la cocina, sino que estudio Finanza y manejo de empresa y es quien actualmente maneja todos los restaurante de nuestro padre.

-Ya estoy lista- dije saliendo con un traje bastante ceñido a mi cuerpo y con el antifaz colocado

-Nena rica- susurro mi compañera de piso por última vez

Ya mañana me iba de aquí al fin.

Ignore lo que dijo y tome la llave de mi motocicleta o motora como le guste llamarle.

- ¿Me llevas? - pregunto sonriéndome

-Esta rica no carga con ratones en su bolso así que busca un taxi- dije encendiendo mi motora

Arranque dejándola sola frente a nuestro piso.

Siempre es lo mismo cuando me necesitan son amable cuando no me tratan como si fuera algo feo.

En un principio lloraba por todo lo que me pasaba, pero ya no.

Todo había cambiado y no seria la misma estúpida dejando que otros la lastimen.

En minutos había llegado a la discoteca en donde seria la famosa fiesta con los buenos para nada que se había burlado de mi por años.

Le deje la llave de mi moto a uno de los gorilas que sabia que trabaja para mi padre.

Si "secretamente" mi padre mantenía a unos guardaespaldas para que me cuidaran.

-Ya sabes que hacer- hable refiriéndome a que la llevaran a mi piso ya que siempre me devuelvo en taxi para no tener ningún accidente por conducir bajo el alcohol

Al entrar todo estaba en ambiente de antifaz

Sin pensarlo pedí un trago ya que lo necesitaría para poder disfrutar esta noche.

-Veo que no eres de fiesta- dijo un chico a mi lado que no se miraba mal a pesar de tener un antifaz

-Veo que tu tampoco eres de fiesta- dije tomando mi trago de un solo intento