PROLOGO

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(Escrito por zamarismari )

Todos los días en la mansión siempre eran los mismos, se levantaba poco después de que los criados despertarán para hacer sus deberes en la mansión. Ella hacía sus deberes aparte, se encerraba en su estudio mientras seguía sus proyectos de diseños entre otros muchos.

Ella se sentía sola, excluida de todo, muchas veces intentaba socializar con los criados, ella los conocía y sabía que eran buenas personas, pero en algún punto siempre la dejaban de lado, a excepción de una persona, pero eso ya es para otra ocasión.

Ahora mismo se encontraba en su estudio, mirando el paisaje desde el gran ventanal pensando en que es lo que podría traerle emoción a su aburrida vida.

—. Le traje su café. — dice entrando una chica de aspecto tierno.

—. Muchas gracias Sara. — dice y se dirige al escritorio para beber aquella bebida —le has puesto azúcar?—

—. Lo suficiente para matar a un diabético. — dice causando que la otra riera.

—. Ven aquí. — la llama y Sara obedece con una sonrisa. Cuando está frente a la más alta se sorprende al recibir un gran abrazo.

—. Todo bien?. — pregunta mientras responde el abrazo con mimo, siente como la mayor se relaja y dejar caer su cabeza en su hombro.

—. Solo cansada, siento que el mundo está en mi contra hasta bajo mi propio techo. — dice en tono bajo.

Sara por unos segundos tuvo un debate mental, desde que llegó la nueva chica las cosas se pusieron tensas entre los criados, pero no tensas para todos ellos si no para ella, en cuestión de días de su llegada ya había hecho una pequeña rebelión contra la dueña de la mansión, Sara desde ese momento no supo cómo reaccionar a eso, los criados eran sus amigos, sus compañeros con los que contaba muchas cosas, pero Yamila, aquella persona temperamental pero con gran corazón, le dio todo su cariño y confianza desde hace muchísimos años.

Fue entonces en ese mismo momento que decidió que rol iba a tomar.

—. Hay algo que debo contarle. — dice separando a la mayor de a poco aún con sus brazos unidos en el cuerpo de la otra.

—. ¿Qué sucede? Están las cosas bien?. — pregunta Yamila preocupada por el repentino cambio de Sara.

—. No, no puedo seguir ocultándose esto, mereces saber la verdad y quiero demostrarte que puedes confiar en mí para lo que sea. —

—. Pero Sara de qué hablas me empiezas a asustar. — dice sonriendo algo nerviosa, no le gustaba ver así a su pequeña, le gustaba verla siempre con una sonrisa.

—. Están planeando algo en contra tuya, hicieron una rebelión contra ti. — dice sin más.

Todos los días en la mansión siempre eran los mismos, pero desde esa vez que Sara le contó aquello, sus días empezaron a tomar un giro completamente diferente a lo que solían ser.

El Incendio Del 12 de Abril de 1829Donde viven las historias. Descúbrelo ahora