Perturbación día tras día, la guerra nunca termino como tal solo se transformó a una más pequeña. La política, la religión, las clases social al igual que las personas están en constante choque, nos asqueamos al ver cómo los humanos dejan de serlo p...
" Rodando, rodando las rocas jamás dejarán de rodar, nunca tendrás que parar, la vida no está hecha para que te detengas"
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Jin se encontraba del otro lado del globo terráqueo desayunando con su padre era la única comida y rutina que compartía con su padre su relación era nula desde hace años, tenía que ir a la preparatoria en un par de minutos y lo único que pasaba por su mente era terminar el plato que tenía enfrente. Jin sintió que su padre coloco la mano sobre la suya haciendo que un escalofrío y un verdadero pánico creciera en su cuerpo, ya que su padre tenía más de 3 años sin abrazarlo.
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Hijo...- Seokjin por dentro jamás se sintió tan desconcertado.
_Seokjin tienes que volver- Le dijo con un tono preocupado, sin embargo esa preocupación se sintió distante.
_¿A dónde padre? ¿Qué estás diciendo?- Trago en seco y miro a su hijo como Sinde un loco se tratara, apartando su paltò de comida, para que acto seguido Jin solo quitará su atención de su paltò también, poniendo sus manos sobre la mesa.
_No te puedes quedar más aquí... Necesito que te vayas a Seul, tendrás escuela y dinero... Pero no puedes seguir en mi casa Seokjin, mi secretario ya está empezando tus trámites allá para una buena preparatoria- Aparto finalmente la mirada haciendo que el contacto visual no continuara.- Eso es todo- al decir aquello a la cabeza de Seokjin, solo recordo la vez que su padre y sus empleados lo sacaron a rastras de aquel lugar.
_Necesito saber el ¿Por qué me vas a quitar la vida que tengo aquí?- Hablo Seokjin con la voz quebradiza aprentando sus puños aguantando las ganas de gritar.
_No necesitas saber el porque solo me junte con personas que no debía así que ahora no puedes estar aquí en este techo y junto a mi, aquí corres mucho peligro y no dejaré que le hagan daño a mi único hijo, así que necesito que te vayas a nuestra antigua casa- Seokjin no podia siquiera creer lo que decía su padre, era ¿enserio? Estaba muy confundido ya que su padre nunca se había preocupado por su salud siquiera y ahora lo quería sacar del país.
Su padre se levantó con prisa desapareciendo en el pasillo de la casa, para solo volver segundos después con una maleta en sus manos una grande que parecía para guardar la ropa deportiva. Su padre saco de un bolsillo de esta un boleto de avión y una cartera con varias identificaciones falsas que le pertenecían.
_Esto es tuyo ahora- Seokjin se asusto y empezó a debatir en salvar su pellejo o empezar desde cero en un país que ya casi ni recordaba, amaba vivir en Canadá y tiene recuerdos hermosos en Corea. Tienia un problema un grave dilema.
Mientras el decidia su cabeza fue interrumpida por un sonido, un llanto, Jin subió su mirada y estaba frente a él su padre de rodillas llorando de una forma desconsolada que el nunca había visto. Su padre nunca lloraba, su padre decía que los que derraman lágrimas son simples maricones que no saben controlar sus emociones, pero Seokjin era débil, tan débil que esa lágrima le ganó y accedió.
