Capitulo 2: Una mujer nueva

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Sancar

Sancar volvió a la mansión esa noche y, afortunadamente ,no había nadie despierto. Lo alegró,así nadie vería su rostro cubierto de tristeza,nadie preguntaría porque parecía que no había dormido en días.Tampoco sabría que decirles,que hacer o que pensar al respecto.

Ella había decidido.
Ella lo había arrojado de su vida como él había hecho con ella hace tantos años.
Nare siempre encontraba un lugar para perdonarlo,sería esta una de esas ocasiones? El se aferraba a eso para no sumirse en la desesperación.
Nare lo amaba, sabia que solo lo amaba a el,que no había nadie más.
Pero también,nunca había visto esa mirada en Nare.Habia visto alegría,euforia,paz,enojo en sus ojos.
Esa noche,sus ojos transmitían una mezcla de decepción,enojo y tristeza.Y aunque la conocía bien ,no sabía que sucedería de ahora en más.

Sancar se dirigió a su habitación,dejó sus cosas y se sentó en su cama,pero algo lo hizo retroceder e ir a otra habitación,a la habitación de huéspedes.

Abrió la puerta con cuidado,casi sin hacer ruido.La habitación estaba llena de monitores y computadoras en torno a la cama. Había uno que controlaba el latido de corazón de Menekse y su hijo.
Sancar acerco una silla a la cama y se sentó,Menekse no parecía molestarse por su presencia y continuaba durmiendo. Observo durante unos minutos los cabellos negros de Menekse,los cuales enmarcaban el rostro que una vez,le había dado esperanza. Cuando la conoció,el era un hombre gris,amargado y sin nada más que tristeza.Los ojos azules de Menekse le habían mostrado que tal vez,quizá,eso podía cambiar.
Ahora ella esperaba a su hijo.
Y Sancar recordó que no había disfrutado mucho a Melek,que se había perdido gran parte de su infancia,que la vida le daba nuevamente otra oportunidad.
Pero,era diferente. Ella no era Nare. Y el no amaba a Menekse. Se sintió egoista, frívolo y vacío,pero era todo o que tenía para dar.Ya no había nada en el.
Llevo sus manos a la cabeza y hundió su rostro en ellas.
Era un intento vano de huir ,de escapar de todo,de autoconvencerse de que todo sólo era un mal sueño.La voz de Menekse lo trajo a la realidad.

-Sancar,que haces aquí? -su voz sonaba adormilada,cansada.Ella se incorporó rápidamente e intento sentarse,en la cabecera de la cama.Sancar involuntariamente trato de ayudarla,y sus ojos se encontraron con los de ella.Ella se sorprendió y Sancar también.

-Ten cuidado,hazlo despacio-Sancar puso sus manos en su espalda para ayudarla,pero los quito-Vine a verte,a verlos-era extraño para el decirlo,pero era una realidad.Ahora serían tres- Veo que están bien,yo,volveré por la mañana,antes de irme a los campos.

Sancar se paró y se dirigió a la puerta,dándole la espalda.

-No tienes que hacerlo, Sancar.No tienes que fingir que todo está bien solo por el bebé.-la voz de Menekse lo hizo volver.Sonaba resignada.-Se que las cosas no están bien.

-No lo hago .Y se qué las cosas no están bien.-Sancar cerró la puerta.

-Pero lo intentas.Una parte de ti quiere que este niño crezca sin saber lo horribles padres que seremos.

-Menekse,volveré mañana.-Sancar sintio como el fuego salía de su interior.

-Te irás otra vez,a los brazos de alguien más?!- ella comenzó a usar ese molesto tomo de reclamo que solía usar.-Porque si es así,no te molestes en volver.

Sancar se volvió hacia ella,sin creer lo que escuchaba. -Como puedes reclamar algo después de los últimos días?Como puedes decir algo después del espectáculo que diste?

-Lo hice! Sabes por qué?Lo hice porque estaba harta de que pensaras en ella todo el tiempo mientras ni siquiera quieres dormir en la misma cama conmigo.-Menekse comenzó a gritar,en poco tiempo todos lo escucharían-La odio Sancar!Estoy en mí derecho de odiarla.No me arrepiento de hacerlo,pero si me arrepentiré por no poder odiarte a ti. Porque todo esto es tu culpa. Tu eres el culpable de que la odie tanto.

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