El desconocido le cedió el paso al elevador.
Entraron ambos y solo esperaron a llegar al 8 piso, Noah siempre se sentía incómodo al usar un elevador
¿Que era lo que debía hacer mientras estaba ahí? ¿Tararear? ¿Hablar? ¿Y si él no quería?-¿Nuevo?
La voz profunda y neutra de su compañía lo saco de sus pensamientos.
-Oh... Sí, me mudé hace una semana.
-Bien.
Silencio.
Hubo de nuevo silencio pero Noah sintió paz interior al escuchar que habían llegado a su destino, ambos bajaron.
Y por última vez cruzaron miradas, ambos tenían la llave en la puerta y ambos giraron a verse antes de entrar, Noah sonrió pero en el desconocido solo quedo de nuevo el esfuerzo de una sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
El muchacho de los ojos tristes
Short StoryNunca vio unos ojos así, si, había visto miles de veces unos ojos cafés pero no de esa manera, eran profundos e intensos, eran profundamente e intensamente tristes pero eran luz y el anhelaba ser guiado por aquel muchacho de ojos tristes.