- No sabes cuánto, hermanita. ¡Qué bien que estés aquí!- dijo Abril mientras la abrazaba. Por fin las dos juntas. Sanas y salvas.
- Vaya locura de viaje, Abs. No te lo puedes imaginar, ¡el peor vuelo de mi vida te digo! Un hombre enorme y sudoroso iba a mi lado y... Abril, ¿quién es este chico?
- Este chico es Nic, vive en el piso de enfrente. Nic, mi hermana Julia.
- Oh, venga ya. - exclamó Nic - ¿Qué les pasa a vuestros padres con los meses?
Las chicas se miraron y empezaron a reírse a carcajadas. Cuando pensaron en sus nuevos nombres no se dieron ni cuenta de ese detalle.
- Y da gracias a que no fui chico y me llamaron Julio.
- Bueno, encantado Julia.
- Lo mismo digo. Ah y puedes llamarme Juls. Bueno, como ves soy la hemana más guapa, simpática y divertida.
- Y la más vieja - replicó Abril.
- Sólo son dos años más, graciosa. ¡Por dios, que no tengo canas!
- Todavía - susurró su hermana entre dientes.
- Bueno aún así tampoco era muy difícil superar a Abril. ¿Qué te puedes esperar de un mes que sólo trae alergias y lluvia?
- OYE QUE SIGO AQUÍ.
- Me cae muy bien este chico - anunció Julia agarrándose a su brazo.
Los tres chicos, como si fueran amigos desde hace años, pasaron el resto de la tarde terminando de amueblar el ático.
- Y entonces, ¿vas a vivir aquí con tu hermana?
- Pues sí, es el plan. Al menos hasta que no la soporte más y tenga que matarla o mudarme - bromeó Julia.
- Pero si te encanta estar conmigo, deja de hacerte la interesante. Además, va a empezar a trabajar de profe en un colegio de aquí cerca.
- Osea que profesora. ¿De qué? - preguntó el vecino.
- He estudiado magisterio de primaria y daré inglés. Bueno, basta de preguntas. Esto ha quedado muy bien, nos hemos ganado un descanso.
- Sí, igual debería irme ya, es hora de cenar - comentó el chico.
- ¡¿Qué dices?! Cenas con nosotras. Además, te debo una cerveza. Yo pago mis deudas - dijo Abril empujando a Nic hacia la cocina.
Los nuevos amigos tomaron unas pizzas y unas cervezas. Hablaron, bromearon y rieron hasta las dos de la madrugada y habrían seguido así toda la noche.
- Bueno chicas, será mejor que me marche ya. Tendréis muchas cosas de las que hablar sin un intruso de por medio.
- Que sepas que ya no eres ningún intruso. Para mi ya eres mi amigo. Poner tornillos crea unos lazos irrompibles - aseguró Abril, acompañándole a la puerta.
- Ya, cierto. Es algo que poca gente consigue. No, pero ahora en serio. Siento como si te conociera de toda la vida, me lo he pasado muy bien hoy.
- Yo también y gracias otra vez. Si necesitas algo ya sabes dónde estoy, bueno, estamos.
- Gracias, vecina. Buenas noches.-contestó con una de sus increíbles sonrisas - ¡Adiós, Julia!
- ¡Adiós, Nicolás! - gritó Julia desde el salón.
Una vez a solas las hermanas se pusieron al día como si huciera años que no se veían, cuando en realidad habían pasado dos semanas.
- Creo que es hora de que veas tu cuarto.
Abril condujo a Julia a una habitación de la planta baja que todavía no le había enseñado.
- Wow Abs, esto es precioso.
- Iba a esperar a que llegaras para elegir todo a tu gusto, pero pensé que estaría bien darte una sorpresa. ¿Te gusta?
- ¿Estás de broma? ¡Me encanta todo! - exclamó eufórica lanzándose sobre su cama nueva.
- Me alegro, hermanita.
Ambas se quedaron tumbadas mientras Abril acariciaba el pelo a su hermana mayor. Era realmente guapa. Su pelo era rubio como el de ella, aunque algo ondulado, y sus ojos color miel. Ella siempre se quejaba de que los de Abril eran verdes, pero no tenía nada que envidiarla.
Poco a poco, el sueño se fue apoderando de ellas. Abrazando a su hermana, Abril se quedó dormida con la sensación de que, ahora sí, estaba en casa.
YOU ARE READING
No me sueltes
Teen FictionAbril Arias Miranda. Un nombre sin ninguna historia. Un nombre que daría inicio a la nueva vida de una chica. Tras lograr escapar de su propio infierno, deberá integrarse en un país diferente y tratar de ocultarse de su pasado para empezar a ser fel...