El primer amor

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A los once años, me enamoré perdidamente de un chico llamado Yoon Gi. Yo andaba siempre en bicicleta por la plaza que estaba frente al parque, pero aquella vez se me ocurrió dar una vuelta por otras calles del barrio. Y me perdí.

Así, "perdidamente", trataba de encontrar mi calle, cuando me llevé por delante a ese chico rubio de tez super blanca y ojos felinos que también andaba en bici. Con una mirada enfadada me dijo "Babbo", "ciego", "torpe", "marica", "ridículo" y "feo". Me enamoré de inmediato.

En los días y semanas que siguieron pasé muchas veces por su casa. En la pasada ciento veinticuatro empecé a decirle "Adiós". En la doscientos tres, "Hola". Él, cada vez que me veía, borraba su hermosa sonrisa, se sonrojaba y entraba corriendo a su casa. Averigüé su apellido, Min, además de su teléfono y me atreví a llamarlo. Marqué su número, nervioso, y me quedé escuchando.

—Hola. —dijo con su voz perezosamente—¡Increíble!

Volví a llamarlo ciento diecisiete veces más para escuchar sus "holas", aunque en las últimas siempre atendió su padre.

Con el tiempo llegué a saber todo lo que él hacía: Escuela de mañana, clases de japonés los sábados en la mañana en un instituto del centro del pueblo donde todos los docentes eran extranjeros; clases de Inglés los sábados por la tarde en el mismo instituto; práctica de básquet Ball todas las tardes, excepto la de los jueves y la de los viernes: la de los jueves porque visitaba a su abuela, y la de los viernes porque asistía a sus clases de piano, y así. En todos esos lugares yo aparecía como de casualidad y me volvía satisfecho si él respondía a mis miradas con la suya.

Una tarde me animé a detenerlo cuando venía de inglés. Crucé mi bicicleta y le dije:

—"Would you like to be my boyfriend?"

—¿Eh?

Cuatro horas armando esa frase ayudado por diccionarios, pero tal vez estuviera mal la pronunciación.

—¿Te gustaría ser mi novio? —insistí, sonriéndole como un tonto.

—No sé —me respondió algo inseguro—. Bueno, sí. Aunque si se entera mi papá, me mata y también a ti. Sonrió con malicia y picardía.

¡Es terrible!

Subí a la bicicleta y me fui. ¡Tenía novio!

En la semana siguiente, no lo llamé ni pasé por su casa porque no se me ocurría qué podía decirle ahora que era su novio. Volví a verlo en el cumpleaños de Jin, el hijo del pastelero. En vez de comprar un regalo para el chico, compré un llavero de peluchito de kumamon para que lo colgara en su mochila. Mi primer regalo para mi novio.

No bien entré en la fiesta, me acerqué y no sé de dónde saqué valentía para invitarlo a bailar.

—No puedo —me respondió—, mi papá no me deja.

Si hubiera dicho que sí, lo hubiera dejado sorprendido con mis magníficos e inigualables movimientos de baile.

Pero al rato vi que bailaba con el festejado. Decidí irme de la fiesta porque me sentía muy triste y celoso. Cuando pasé cerca de ellos escuché que se estaban burlando de mí. ¡Jin me llamaba dientes de caballo", y Yoon Gi se reía mirándole a los ojos!

Salí de la fiesta, agonizando, diciéndome que nunca, jamás en la vida encontraría la felicidad.


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Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ  Nota:

No reclamo ningún derecho de autoría de esta obra, ya que es solo una adaptación. Todos los créditos pertenecen al autor de la historia original.

Solo un capítulo más y ya está.

Las mentiras del cybergay [J-Hope] [Completa]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora