Barranca infierno: Parte 1

86 23 5
                                    

─ ¿Cuál es tu nombre?

─Me llamo Pólux

Y así conocí, a mis abuelos.

En medio de la nada, abandonados, exiliados, olvidados por la vida, por sus familias, por las estrellas que tanto veneraban, enfermos, solos, apenas tenían con que comer, y yo no sabia de su existencia, ella no podía verme, sus ojos con nubarrones aperlados, mostraban tristeza, se que a través de ellos, había visto, y apreciado mas de la vida, que yo y que muchos otros, su ya marcado rostro, los pómulos alguna vez bellos y sonrosados mostraban las crueles manchas del sol, el cielo se desquita con las almas más dulces.

Nunca supe que se sentía tener un abuelo, o una abuela, sus dulces expresiones marcadas por los años, esas manos ásperas, heridas de la tierra, los ojos de mi abuelo, con un singular color, verde, un verde áspero, seco, casi sin vida, pero igualmente preciosos, ellos me amaron, sin siquiera conocerme, y yo, aunque acababa de conocerlos no pude evitar amarlos. Estreché sus frágiles cuerpos contra el mío, y sentí un dolor impresionante en el pecho.

─Nunca nadie, viene a vernos  ─ Ella lloraba, aunque sus ojos no pudieran verme.

─Tus ojos no lo notan mujer, pero ahora, de verdad es ella, de verdad, nuestra estrella ha venido por nosotros, vas a llevarnos a casa...

─No Thomas, ahora que esta aquí, estamos en casa ─ Y me desplomé, caí de rodillas, abrazando sus piernas, aterrada con la idea, de su soledad; me esperaban, no sé por qué, no se aun que esperaban de mí.

Me invitaron a pasar, su pequeño hogar contaba con una cama, una mesa, dos sillas y una estufa de carbón, todo en el mismo ambiente, mi abuela, a paso lento y moderado, tomada de la mano de su compañero de vida, avanzo hacia la cama, y sentada en un extremo palmea a su lado, mi señal para acercarme, sutil y efectiva, sabía que tenía interés y lo utilizó.

─Ay muchacha, tanto tiempo encerrada, que no has visto tu luz.

No lo entendía, ¿encerrada?

─Pólux, mi niña, nunca te has preguntado "¿Por que mi sangre no tiene color?, ¿Por que mi nombre es como es? ¿Qué tiene que ver las estrellas conmigo? ¿Por qué me tratan diferente?"-En ese momento yo estaba atónita, ellos iban a contarme lo que mis padres jamás pudieron decirme cara a cara, dos horas de conocerlos y estaban a punto de revelarme la razón de mi vida.

─Pólux, hija de Géminis, tercera de los doce, versátil e inocente, hoy, la primera en iniciar el viaje, al fin de nuestra era.

"Bajo el ojo puro de las estrellas, la tercera es buscada, mientras una nueva aliada, aparece de entre las sombras"

Barranca Infierno no era como lo veo ahora, los relatos de Lidia, mi abuela, expresan belleza natural, vida que ahora no reconozco, habla de cielos limpios, hombres y mujeres viviendo y trabajando en equidad, habla de vida orgánica, de animales más allá de las cuatro especies que sobreviven hoy. Es muy curioso, aunque sus cuerpos parecen frágiles, su fuerza es mayor a la que yo tendré en muchos años, mi abuelo trabajaba en la planta central de desechos orgánicos, su trabajo era producir semillas suficientemente resistentes y capaces de dar fruto en el suelo muerto de la nación. A los veintiocho años conoció a mi abuela, que trabajaba de peón en la siembra sectorial. Mi abuela sonríe, añorando las épocas en las que al menos, podían convivir con otros seres humanos, sin el aislamiento que llevan ahora.

Hace un calor de muerte, noto ondas a la distancia, el mismo aire que respiro se siente demasiado caliente, no lo soporto y me quito los tenis, los calcetines de mal olor van a parar a su lado, aunque mi piel siente el contacto ardiente del suelo árido me lastima, pero al menos me siento menos pesada.

─Tus padres no tardarán en venir a verte, en dos días estarán aquí, para ese entonces debes estar fuera de Sirrah. No puedes vagar por la barranca en ese estado, quédate aquí hasta mañana y luego vete en la noche, es más seguro.

Thomas, mi abuelo me entrega un sobre, lo tomo temerosa, se ve muy simple, con un solo sello abierto atrás, la marca de un sol naciente y una mano humana dentro. El pleno Solar.

"Tras el presente evento de circunstancias especiales, nos vemos obligados a marchar, no podemos cargar con todos, los inútiles y débiles deben ser eliminados para que no sean una carga familiar, la supervivencia ahora esta en manos de los jóvenes, los apegados a la salvación serán exiliados al desierto norte de la provincia de Sirrah. Barranca Infierno."

"Esperamos su comprensión y aceptación, una patrulla llegara el día jueves catorce del mes de agosto, que el Sol los ampare"

Departamento Humano-Estelar para la convivencia armoniosa. (DHECA)

─Nos llamaron inútiles─ Lidia limpia sus lagrimas corriendo por los surcos marcados de sus demacradas mejillas ─. Nos lanzaron aquí como si no valiéramos nada.

-Hemos esperado a que tu llegaras, esperamos tanto tiempo ─ Thomas sostiene la mano de su compañera de vida, mirándome─. Tú, tienes la habilidad de cambiarlo todo, tu llegada marca un ciclo de muerte es cierto, pero para nosotros, es un ciclo de liberación.

Ahí lo entendí, ellos me amaban, por que mi nacimiento significaba, el fin de su sufrimiento.

©STELLAR : La última constelaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora