Se fuerte a lo que se avecine, tu puedes.
—Bueno Natha, como eres la nueva integrante a nuestro grupo seré buena contigo y no te preguntaré algo "subido" tono, aunque... Tengo una pequeña duda— dijo Susana.
—Dime, Susana— dije nerviosa.
—Nathalia, ¿Hay alguien en esta sala que pueda llamar tu alguien podría llamar tu atención?— dijo Susana y por un momento pensé que era una broma o algo similar— por cualquier razón, claro. Puede ser cualquier persona— finaliza y detengo mía pensamientos.
—Tal vez— hablé firme y seco. No quiero preguntas.
Bebí un poco de mi cerveza para evadir el tema.
Tocaron la puerta y había llegado el repartidor de pizzas, eso hizo que cambiáramos de tema, cada uno tomó un rebanada. Justo después Simón habló sobre el concierto de hoy.
—¿Chicos qué tal mis pasos de baile el día de hoy?— dijo risueño por el efecto del alcohol.
Noté que cada uno está a punto de estar ebrio, yo era la única sobria hasta que Martín decido cambiar mi cerveza por Ron con Coca—Cola.
—Nathalia, ¿Qué es eso?— señaló en dirección al balcón y cambió mi cerveza por uno diferente.
—¡Qué cruel!— le dije haciendo puchero.
—No es ser cruel, sino ágil— reímos. La verdad esta nueva bebida no está mal.
Me gustó su sabor tan particular, mientras lo bebía cada sorbo cambiaba mis acciones.
Laura y Martín decidieron irse a dormir por el estrés y cansancio del día.
—Quedamos nosotros— dijo Juan Pablo Isaza acomodándose a mi lado.
Estaba cerca pero él tomaba su distancia.
—Chicos me siento un poco mal— dijo Juan Pablo Villamil y Susana estaba igual de ebria que él.
—¿Cómo haremos hoy?— dijo Nathalia refiriéndose a donde van dormir.
—Tengo dos habitaciones libres en mi apartamento, vivo con dos amigos pero los dos están de viaje y creo que no habría ningún problema si duermen en sus camas.
—Es buena idea, pero no queremos incomodarte— dijo Juan Pablo Isaza levantándose del sofá con Nathalia y Simón.
Nos despedimos de Susana y Juan Pablo Villamil.
Nos dirigimos a mi apartamento y entramos, les enseñé las habitaciones a Nathalia y Simón, ellos dormirán en la habitación de Verónica, Juan Pablo Isaza dormirá en mi habitación y yo dormiré en la habitación de Daniel.
En la madrugada.
No podía dormir, miré el reloj que estaba a mi lado y son las 3:52 AM. Me dirigí al amplio balcón que no estaba tan lejos— por cierto— de la habitación en la que estaba. Me senté en una silla de bronceo a mirar el cielo.
Sentí pasos atrás de mi, noté que era Juan Pablo Isaza y probablemente no dormir.
—Espero no haberte asustado— dijo Juan Pablo Isaza sentándose a mi lado.
—¿Problemas para dormir?.
—Si, algo así— sonrió un poco y se abrazó por el frío.
—Espera aquí, te traeré una manta para que no tengas frío.
Fui rápidamente a mi habitación y tomé dos mantas, una para él y otra para mi, volví al balcón y se la ofrecí a lo cual él la acepto.
—Mira Juan Pablo— él la tomó.
—¡Qué linda noche tan madrugadora!, ¿No te parece?— reímos a su comentario en tono bajo para no despertar a nadie.
—Supongo que sí...— sonrió.
— Te agradezco por todo lo que has hecho, en serio.
—Qué tierno eres, además de ser buena compañía Juan Pablo— lo miré tiernamente.
—Puedes decirme Isaza o cómo gustes— me dijo mirándome directo a los ojos.
—¿Te puedo decir Juan? Es algo común pero creo que no se encuentran personas como tú fácilmente— sonreí.
Nathalia, ¿Y esa coquetería?
—Está bien, me gusta Juan porque en realidad muy pocas personas me llaman por mi primer nombre— respondió mirando hacia el firmamento— Nathalia, quería pedirte disculpas por el comportamiento de Susana, estaba un poco ebria y... Y-Yo lo lamento— estaba apenado.
—Tranquilo, no estoy molesta y sé que solo era bromeando porque es un simple juego, ¿No?— reí un poco para disimular lo incomoda que estaba. Lo siento.
Juan Pablo Isaza P.
Sí, solo un juego, simplemente uno. Tal vez.
Es extraño sentirme bien al lado de Nathalia, lo digo porque creo que es una persona de confiar. Con esto me refiero a, ¿Quién le prestaría su casa a uno completos desconocidos como nosotros? Ella es una persona totalmente particular y eso me gusta, espera... No, ¿Así en un solo día?, Juan Pablo controla tus sentimientos piensa en Pedro, en la banda y en la gira.
—Si solo fue un juego, tranquila— cambié el tema— ¿Podemos dormir aquí?.
Sabía que es no era buena idea pero quería hacerlo.
—Si, supongo que sí, son sillas de bronceo algo no tan cómodas— rió— ayúdame a organizarlas— Nathalia se levantó para acomodarlas de forma que estuvieran planas, le ayudé un poco.
Dormiremos juntos a la mitad de la madrugada con un frío abrasador.
¿Por qué estoy haciendo esto?
¿Quién hace esto?
¿Acaso es por ella?
Mínimo es el alcohol.
—Listo, ¿Estás cómodo?— preguntó asentí mirándola fijamente.
Veía sus pupilas dilatarse poco a poco, nunca había visto eso, pero cabe aclarar que me encantó verla sonrojarse.
—Si, ¿Tú estás cómoda?— pregunté sin dejarla de mirar.
Nathalia Martínez S.
—Si, sí estoy cómoda, descansa, Juan.
—Tu igual Nathalia, descansa— dijo girando su cabeza.
Fue extraño cuando me miró por unos segundos que se hicieron realmente eternos para mi. Puedo decir que él no esta para nada mal, es un chico muy querido y divertido, me imagino que su novia debe de estar muy feliz por tenerlo.
¿Tendrá novia?
¿No tiene?
Mínimo si tiene novia, ¿Cómo no la tendría?
Nathalia solo podrán ser amigos y sé que esto será una linda amistad.
•••
Nota del autor: ¿Amigos? ¿Qué?
Les quiere, Natalia.
ESTÁS LEYENDO
DORADA | Juan Pablo Isaza P.
Fiksi PenggemarUna pregunta, es la siguiente: ¿Qué probabilidad tiene un persona de cambiar su futuro por un simple problema de trabajo? Existen muchas posibilidades, pero no pensé que tener un simple "problema" cambiaría mi destino. La historia de Nathalia y Juan...