Theo NO Es Celoso

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Theo no tardó en llegar a la recepción.

-Hola Luna- saludo a la rubia, la cual estaba de espaldas.

No tardo en girarse al oír la voz del chico con una sonrisa en los labios.

-Theo- vio su mano vendada- Oh, ¿pero qué te ha pasado cariño?- cogió la mano del chico con delicadeza.

El solo negó mirándola.

-Una tontería, no te preocupes- miro a ambos lados y al asegurarse de que nadie los miraba le dio un rápido beso- ¿Quieres que vayamos a comer?

Cuando la rubia iba a contestar, una voz de un hombre hizo que ambos se girasen.

-Luna, te estaba buscando- comento el adulto acercándose a ella, luego miro a Theo- Buenas Nott, ¿Qué te ha pasado en la mano?

El joven miro su puño.

-Nada, un pequeño accidente- apretó su mandíbula.

-Deberías tener más cuidado- le recomendó con una sonrisa egocéntrica, intentando provocarlo.

-Si- afirmo Nott- Tu también deberías Scamander- aconsejo- No sabes cuándo puede ocurrir un accidente.

Rolf solo asintió para luego volver a mirar a Luna.

-Como te decía, te estaba buscando, tenemos que hablar sobre un paciente- vio como ella solo asentía- A solas.

Theo apretó su puño...

¿De qué coño iba el gilipollas ese?

-No puedo- negó la rubia- La recepción no se va a atender sola.

La sonrisa del joven moreno no tardó en aparecer, para segundos después desaparecer de nuevo.

-Puede quedarse Theo atendiendo- miro al chico- ¿o no te ves preparado?- pregunto con tono burlón.

En aquel momento las ganas de estamparle un puñetazo al repeinado de los cojones sobrepasaban los límites de Theo, pero debía aguantar...

-Claro- afirmo- Yo me ocupo Luna, no te preocupes.

La sonrisa de la rubia adorno su dulce rostro.

-Gracias Theo- lo miro- Te debo la cena, yo invito.

El moreno joven solo negó mientras se sentaba en la silla, y observo como Scamander y Luna se alejaban hacia las consultas.

-Puto gilipollas...- susurro mirando unos papeles.

Sabía que debía distraerse de alguna manera.

Cogió los archivos y empezó a ordenarlos, iba a despejar su mente, de una forma u otra.

Mientras tanto Draco se encontraba sacándole sangre a una chica joven, la cual no dejaba de coquetear con él.

Draco no podía evitar sonreír, y más sabiendo que la mirada asesina de Hermione se encontraba sobre la chica.

-Entonces...- murmuro la chica- ¿Me das tu número de móvil?- pregunto mientras acercaba su rostro al de él.

El rubio le quito la aguja mientras mantenía un trozo de algodón en el pinchazo.

-Ya tengo algo con una persona- hizo saber, viendo como Hermione sonreía disimuladamente.

La joven mordió su labio con sensualidad.

-Yo no te estoy pidiendo una relación...- llevo su mano al brazo del chico.

La sangre de Hermione empezó a hervir.

Y entonces... Llego élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora