Introducción.

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Me gustaría dedicar esta historia a mi querida Mireia.Que aunque ya no nos hablemos,sigo pensando en ti,siempre vas a ser mi mejor amiga.

"Te pediría que no te hicieras demasiadas ilusiones.."

Ella, estaba tumbada en su cama y no hacía mas que pensar en aquella frase que había escuchado hace unos minutos,seguramente provinente del televisor de la sala de estar de su casa.Sus padres,como cada tarde de Domingo ,estaban viendo una película de esas del canal 3 en el que son siempre las mismas películas insípidas,al menos esa era la opinión de Mireia.Cerró la puerta de su enorme habitación. Estaba diseñada lo mejor que podía ya que  era hija única y sus padres siempre intentaban darle lo mejor que podían hasta cuando no había presupuesto.

Sentía el frío de aquel comienzo de invierno,aún así estaba bien tapada con varias mantas.

Cada dos minutos le daba un ataque de tos.-Puto costipado-se decía para sí misma.Se levantó no con muchas ganas para comprobar que su perro no estaba en el balcón y así cerrarlo.Se fijó en el cielo que estaba muy oscuro, miró la hora y pensó:Pero si son las seis y parecen las once,este tiempo está loco.

De repente sonó el teléfono fijo de la mesita de noche y fue a por él  a toda prisa.Ya sabía quien era.

Pero ella sonríe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora