CAP 17

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Sonó el despertador en la habitación, yo me desperté enseguida, ya que tengo el sueño ligero, pero el idiota de Kirishima tardó mil años en dar señales de vida.

Bakugo: Oi bastardo ¿te has muerto?

Kirishima: ....

Bakugo: ¿Ayer te partí o algo?

Kirishima: Mñn...

Bakugo: Levanta, tenemos clases con el viejo del saco.

Kirishima: Cinco minutos más...

Me levanté de la cama y separé las cortinas, haciendo que toda la habitación quedara iluminada.

Kirishima: ¡Ayy no!

El pelirrojo se tapó aún más con la manta.

Bakugo: Yo me ducho, cuando salga quiero que estés levantado.

Kirishima: Vale...

Me metí en la ducha, mientras Kirishima "intentaba" levantarse de la cama.

Kirishima: ¡Katsuki tu puta madre!

Bakugo: ¿Que hice?

Kirishima: ¡Me dejaste como un puto cuadro!

Salí del baño con la toalla en las genitales y lo ví mirándose en el espejo cada marca, mordisco y chupetón que le había dejado por todo el cuerpo.

Kirishima: ¿Ahora que hago yo?

Bakugo: Pues ponerte un pañuelo como la última vez.

Kirishima: Para la próxima muerde por donde no sea visible...

Bakugo: Oye que yo no soy el único que ha dejado marca.

Kirishima: No te mordí ni nada.

Bakugo: Morder no, pero clavarme las uñas en la espalda como un puto gato sí.

Le enseñé mi espalda llena de cortes, parecía eso que me hubiera peleado con un gato.

Kirishima: Perdón... ¡Pero lo tuyo no es visible!

Bakugo: ¿Si te doy una sudadera te relajas?

Kirishima: ¡Haber empezado por ahí hombre!

El pelirrojo sonrió, le encanta ponerse mis sudaderas, y a mi me encanta verlo con ellas.
Los dos nos vestimos y le presté una sudadera mía (obvio que no la hiba a volver a ver).

Estaba realmente tierno, ¿a quien no le parece tierno ver a su novio con una sudadera tuya?

Bakugo: ¡¿Por qué cojones eres tan tierno?!

Kirishima: ¡Ayyy!

Se abrazó a mí.

Kirishima: No sé cómo la gente puede decir que eres malo, eres la persona más dulce que he conocido.

Bakugo: Con que tú pienses eso me sobra.

Ya por fin salimos de la habitación, pero el idiota se había olvidado del pañuelo para tapar los chupones.

Kirishima: Espera aquí que cojo el pañuelo.

Bakugo: No lo cojas, así la gente ve que tienes dueño.

Kirishima: Pero me da vergüenza...

Bakugo: Vamos.

Le cogí la mano y seguimos caminando hacia las clases. Al entrar en el salón todos notaron las marcas de Kirishima, y obvio empezaron a armar jaleo.

•~★Solo por tí★~•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora