🌼 20 🌼

1.3K 215 10
                                    

—¿Nada entonces?— preguntó con molestia el alfa quien jugaba en su mano un vaso lleno de licor, en sus piernas dormía namjoon, sólo que en este caso fingió.

—El beta se limitó a hablar, casi lo mato pero su hermano me lo impidió.

Taehyung asintió mientras daba un sorbo a la bebida alcohólica, suspiro mientras se aflojaba la corbata, la situación no llegaba a nada y sus estúpidos subordinados no le daban repuestas que quería escuchar, menudo lío.

Su mano libre fue directo a la cabellera castaña de Namjoon quien apretó sus ojos, si algo odiaba era cuando su padre le acariciaba ahí, su vida dependía de un hilo, lo mejor que podía hacer era seguir en el juego.

—Los Min son más desagradables que yo, vuelve mañana con ese beta, si no habla, no te molestes en dejarlo vivo.

El beta hizo una reverencia para después salir casi huyendo de ese lugar, dejando a Taehyung con uno de sus queridos amigos, y quien se encargaría de namjoon cuando saliera de viaje.

Seokjin estaba cruzado de piernas mirando con diversión al pequeño moreno, se veía tan sereno durmiendo que ahora entendía porque Kim lo protegía tanto, un omega hermoso. Se inclino para tomar su vaso lleno igualmente de bebida alcohólica, el alfa lo miró y sonrió con malicia.

—Alguien está detrás de mi bebé, un estúpido alfa con olor a vainilla —gruñó dejando el vaso ya vacío sobre aquella mesa de cristal— estos imbéciles no me dan respuesta y me estoy hartando de jugar a las escondidas.

—Bien, si descubro quién es, ¿matarás al chiquillo o qué planeas?, sinceramente me asustas hombre.

El alfa dió una risa ronca, bajo la mirada a su hijo quien respiraba con tranquilidad -no precisamente matarlo, más bien, dejarle en claro que este omega tiene dueño.

—Pero no está marcado —miró con confusión a Taehyung quien le volvió a sonreír con obviedad, el pelinegro rio mientras asentía— esto será más divertido de lo que pensé.

Kim volvió a llenar su vaso, lo acercó al de seokjin quien los chocó, sonrieron cómplices para después beber sin más. mientras que, namjoon limitaba sus lágrimas, sabía que su sol estaba en peligro, que su mundo volvería a ser oscuro, apretó levemente sus puños.

No dejaría que nadie le quitara su felicidad, incluso si eso significaba morir a manos de su progenitor.

Abrió los siendo recibido por el frío del concreto, aún seguía en ese asqueroso lugar, maldijo intentando sentarse, miró el suelo unos segundos antes de escuchar la puerta abrirse dando paso a uno de sus hermanos, Min ki el menor quien lo quería b...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Abrió los siendo recibido por el frío del concreto, aún seguía en ese asqueroso lugar, maldijo intentando sentarse, miró el suelo unos segundos antes de escuchar la puerta abrirse dando paso a uno de sus hermanos, Min ki el menor quien lo quería bastante.

Y razón por la cual el pálido no se iba de ese territorio, pues su hermano menor es omega, corriendo gran riesgo con los demás quienes eran alfas, el de cabellos rubios sonrió a su hermano dulce, bajo los escalones, ya con él lo ayudó a sentarse.

—¿Cómo te sientes gi?— sacó un botiquín pequeño que escondió bajo sus holgadas ropas, lo abrió tomando alcohol, algunas gasas y curitas.

—Del asco, pero ahora contigo es mejor— lo miró dedicándole una sonrisa sincera, el pequeño le respondió igual de dulce, comenzando a curarlo, min lo miró, no muy seguro pero quería intentar — necesito que me hagas un gran favor.

El menor levantó su vista para encarar a Yoongi quien pedía dijera que sí, o tal vez no, su situación no dejaba de ser un círculo que parecía no tener fin, entre más personas querían salvar otras se ponían en peligro.

Sin embargo, el más pequeño asintió, dejo los utensilios para prestarle total atención al pálido quien tomo aire para después hablar.

—Necesito advertir a Hoseok, el tipo que me golpeó volverá hoy en la noche, ayúdame a escapar por favor.

No necesito mucho tiempo para pensarlo, pues el menor ya le quitaba las cuerdas que ataban sus manos seguidas de los pies, ayudó al pálido para levantarse, Min casi grita, estar acostado disminuía su dolor.

—Ve con cuidado gi.

Yoongi negó, tomó de la mano a su hermano quien ahora era jalado por el mayor, corrieron a la entrada, abrió para después salir, el rubio miró su gran casa, sonrió, pues la adrenalina que sintió en esos momentos fue única.

Desaparecieron por un bosque que daba a la ciudad, cerca se encontraba el departamento del alfa. Después de correr unas buenas calles, pararon un poco para tomar aire y continuar su camino a la vivienda de Hoseok.

Ya en este, miró al rubio quien sonrió nervioso, acarició con rapidez sus mechones rubios en forma de apoyo, se volvió a la puerta tocando levemente.

—¡Voy!— gritó la voz de Jeongguk, formando una sonrisa en el rostro de Yoongi, la puerta se abrió dejando ver al castañito con una polera holgada gris y un pantalón deportivo negro — Yoongi hyung, Min ki ah, ¿qué los trae por aquí?

—Te explicaremos dentro, ¿podemos?

—Claro, está es su segunda casa— sonrió mostrando sus dientes, se hizo a un lado dejando pasar a los hermanos min.

vainilla. 𝐎𝟏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora