Pero, ¿cuál es tu historia?

Favores.

Bajo las escaleras apoyándome en la barandilla, ya que todavía estoy débil. Me recuerdo a la típica princesa disney bajando al baile con su príncipe. Este, obviamente, no es el caso.

Mia me pasa el brazo por debajo del brazo para sujetarme, pues esto de no caerse cuesta demasiado. Me retoca un poco el pelo y ,sin decirme nada, me apoya para que dé un gran paso en esta situación. Me lleva al salón donde la encuentro.

Es una chica ligeramente más alta de lo habitual a nuestra edad, con buen cuerpo por lo que se ve, aunque hoy viste con unos pitillos y un jersey que la ocultan sus curvas. Su rostro es de facciones redondas, pero no concuerda a su imagen de cuerpo. Tiene ojos oscuros y pelo rubio un poco estropeado. Y lo que más me choca es que no parece llevar ningún maquillaje. Por impresión, parece la típica adolescente que lleva una máscara de maquillaje todos los días. Pero no, no lleva nada.

En cuanto me ve su rostro se descompone. Sus ojos enrojecen y sus facciones se tornan tristes al ver mi expresión, supongo. No la recuerdo, pero sí que me suena. Aún así la miro fría y desconfiada, ya que ni siquiera si todo esto es una broma.

-Hola.-Digo sorprendiéndola.

-Ho-hola... Y-yo soy Steisy, Kira.

-Encantada de volver a conocerte.

La situación es extraña y sumamente incómoda. Ninguna de las dos sabe que decir ni que hacer.

-Kira... Yo quiero que sepas que no hiciste nada malo, ni merecías todo esto, pero que yo pase lo que pase voy a estar ahí, me recuerdes... O no. -Dice comenzando a llorar. Me acerco y la abrazo.

-Gracias.-La digo sonriente.- Ha sido muy valeroso venir aquí aún sabiendo que no te iba a recordar... Debe de ser muy duro esto, aunque supongo que para mí lo es mucho más. Yo... Quisiera saber si podrías... Si podrías contarme nuestra relación y esas cosas. El qué hicimos, qué hablamos... Necesito recordarte.

-Kira sabes que no puedo... Pero para cualquier otra cosa puedes contar conmigo, eso sí.

-Pero...

-No puedo Kira. Yo me tengo que ir.-Dice levantándose.

-Si aún no hemos cenado...

-No pasa nada. Mañana nos vemos.-Dice sonriente.

Y así sin más me deja con la incógnita de qué es lo que nos une.