Capitulo IV

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Eran las 1 de la tarde.

Akai esperaba a sus amigas para contarles su magnífica idea.

Ella no era de tener muchas amigas ya que su personalidad rebelde la apartaba de tener amigos tranquilos y responsables pero a ella no le importaba.

-Voy a salir un momento, procura no romper algo con tus amiguitas.
Esa era su madre, Kana.
Akai y ella no tenían buenas relaciones debido a su comportamiento.

-Vale...
Murmuró Akai.

-¿Quién viene?
Preguntó Nickie, el era su hermano, el mayor por unos minutos.

-Vienen mis amigas, no seas pesado y métete en tu habitación.

-Pero, me voy a presentar antes.

-Ni se te-

Nickie abrazó a su hermana menor para que se cayara.

-¿Qué has dicho, Akai?- dijo burlón.

-Vete a la mierda..
Akai se cruzó de brazos. -No me trates como a una niña pequeña, odio eso.

-Lo sé, por eso lo hago.

El timbre sonó por toda la casa.

-¡Voy yo!
Corrió Nickie por las escaleras.

-¡De eso nada!
Akai le siguió.

Nickie abrió la puerta pero en ese momento Akai le dio un empujón haciendo que se cayeran.

-Te odio...
dijo Akai antes de levantarse.

Nickie subió los ojos encontrándose con la chica pelirosa que soltó una pequeña risa. Rápidamente se levantó y extendió  su mano para saludarla.
Yuko dudó al principio pero se la estrechó sonriente.

-Soy Yuko, un placer.
Dijo poniendo sus manos en la espalda.

-...Nickie
Empezó a mirarla fijamente serio.

Akai los empezó a mirar divertida, entonces se aclaró la garganta.

-¡Mirad, es Saeko!- exclamó Akai.
Esto hizo que Nickie aparta la vista de la pelirosa nervioso.

-¡Hola!
Saeko sonrió.

-¡Saeko!
Dijo Nickie.

Nickie cerró su puño al igual que Saeko y lo hicieron chocar para después abrazarse. Era una especie de saludo amistoso.
Amelia venía corriendo con una cesta en su mano derecha.

-Ya llegué...- Amelia se posó en la pared- He traído galletas...- sonrió cansada.

-Hola...
Nickie estaba esperando a que terminara la frase.

-¡Oh, Amelia!
Dijo lanzando una sonrisa en señal de saludo.

-¡Vamos, pasad!- invitó Akai.

Los adolescentes entraron a la casa y subieron las escaleras para llegar a la habitación de la castaña.

-¡Tienes una habitación muy bonita!
Amelia estaba mirando los posters de manga que había en la pared.

-Gracias, Amelia
Akai se sentó en la orilla de su cama.

Yuko cerró la puerta y se sentó en la alfombra roja que tenia en el suelo.

-Bien, os quería hablar sobre...
Akai las miraba con brillo en los ojos.

-¡Sueltalo!
Saeko estaba impaciente.

-Estoy segura de que todas queréis salvar Clear y al mundo entero, ¿no?

Las chicas asintieron seguras.

-¡Entonces hagámoslo!- exclamó Akai.

-Pero la jefa nos dijo que no nos metieramos...
Dijo Amelia triste.

-¡Por eso he tenido la maravillosa idea de disfrazarnos ocultando nuestra cara!

-¿Como Spiderman? ¿Batman? O ¡Ladybug!
Yuko estaba dando palmas de alegría.

-Si, más o menos.

A Saeko no le parecía bien la idea.

-Yo no sé coser...
Yuko estaba perdiendo la esperanza.

-¡No os preocupéis por eso! - Akai se puso de pie en la cama - Conozco a alguien que sabe hacer ropa y guardar bien los secretos...

-Pero...nosotras somos adolescentes
Saeko miró al suelo. Las demás le miraron -No sabemos los peligros que hay allí afuera...En verdad Ryuka podía habernos matado fácilmente.
Saeko frunció el ceño.

-Pero...¿Quieres salvar a las personas, no?- Akai bajo de la cama y se agachó a la altura de su amiga -Los policías no están lo suficientemente atentos como para salvar la ciudad... Pero nosotras podemos- Saeko miró a Akai y sonrió.

-Entonces, ¿a qué esperamos?- Saeko apretó su puño.
Akai se volvió a poner de pie.

-Tenemos que hacer un boceto de nuestros trajes

-¡Qué emoción, no puedo esperar!
Amelia se levantó y cogió unos lápices del escritorio de su amiga.

Las chicas empezaron a dibujar bocetos de trajes, se ayudaban entre ellas a elegir los colores y se rieron de vez en cuando.
Dos horas después las chicas terminaron con su trabajo y empezaron a comer las galletas que trajo Amelia.

-¿No creéis que necesitamos aprender a defendernos? Me refiero a aprender cosas nuevas para que sea más fácil vencer a los malos.
Dijo Yuko.
Akai se detuvo antes de comerse la galleta de chocolate que tenía.

-Mierda, es cierto
Akai se sentó.

-Si, deberíamos entrenar nuestros poderes.
Dijo Amelia mientras bebía del zumo de manzana que trajo Nickie.

-Necesitamos alguien que nos enseñe.
Dijo Saeko neutral.

Las chicas le miraron sorprendidas y pestañearon dos veces.

-¡Si, como un maestro!
Amelia casi se atraganta con la pajita de la bebida.

-Bien, seguro ella sabe algo.
Akai les pasó el folio.

-¿Desde cuando te juntas con mafiosos?
Saeko preguntó sarcástica.

-No, es una adolescente como nosotras.
Dijo Akai entre carcajadas.

-¿Huh? ¿Quién es?
Preguntó Saeko.

-Ya lo veras.
Akai le guiñó el ojo.

Cuando terminaron, Akai miró el folio con entusiasmo.

Mutantes DESCONTINUADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora