La Amenaza de Cassandra

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Tucson, Arizona, 10 de Diciembre de 2019 cerca de medianoche.

En el observatorio del Monte Lemons, el astrónomo George Dale, junto con el resto del centro escudriña el cielo nocturno en busca de nuevos cuerpos celeste. Quiza en alguno de ellos puedan encontrar un planeta con condiciones similares a los de la Tierra y quiza así encontrar evidencia de vida fuera del planeta.

De repente, George nota una anomalía en el sector del espacio que está monitoreando. -No puede ser-dice George tras realizar exhaustivos análisis sobre aquel cuerpo celeste, al que había decidido bautizar como Cassandra-2019. Aquello era un asteroide de unos 11km de ancho. Pero lo que era preocupante es que el asteroide iba en rumbo de colisión con la Tierra.

Los aparatos de detección deberían haberlo notado hace tiempo, pero George sabía que había una mínima posibilidad de que un cuerpo de ese tamaño eludiera dichos aparatos. Los asteroides no eran un fenómeno inusual, pues el Sistema Solar estaba plagado de ellos. Incluso muchos de ellos atravesaban la atmósfera de la Tierra cada día, pero muchos de ellos eran tan pequeños que se desintegran antes de impactar. Sin embargo, un asteroide de aquel tamaño era una amenaza para el mundo. Con solo 800 metros de ancho, podría destruir una ciudad y sus efectos secundarios, acabar con la civilización. Pero aquel asteroide multiplica ese volumén...de hecho tenía el mismo tamaño que el que acabó con los dinosaurios. Calculando su velocidad, George notó que el asteroide iba a 70.000 kilómetros por hora, por lo que no había tiempo para destruirlo ni desviarlo. Tenía que contactar con las autoriadades rapidamente. Solo esperaba que se pudiera hacer algo.

Miami, Florida, al amanecer, día del impacto, 11 de Diciembre, 09:30

En South Beach, la ciudad da la bienvenida a un nuevo día. Los turistas se dirigía a la playa a disfrutar del sol, mientras que los negocios abrían para atender sus necesidades. 

La actividad se ve interrumpida cuando en el cielo aparece una luz muy intensa surcando el cielo. Todos levantan la vista: turistas, policías, trabajadores.... Empezó siendo un punto brillante en el cielo, para en pocos momentos después transformarse en una intensa luz inimaginable. 

La luz era cegadora, pero si alguien hubiera podido ver a través del intenso brillo, habría visto detras del cometa un agujero en el cielo, una ventana hacia el cosmos. La intensa energía del asteroide permitió durante un breve momento abrir una brecha en la atmósfera que se vuelve a cerrar momentos después de que el asteroide la atraviese.

Por ahora, lo único que podía ver la gente era aquel extraño brillo en el cielo.

Chitchén Itzá, México 

Las ruinas de la antigua ciudad maya, que una vez fueron esplendorosos templos e imponentes observatorios, se yerguen sobre la selva del Yucatán. Hacia pocos minutos que el complejo turístico había abierto sus puertas y miles de turistas entraban para contemplar sitios como el Gran Juego de Pelota, el cenote sagrado o la Pirámide de di Kukulcán. A pesar de que los mayas fueron astrónomos, ellos jamás contemplaron nada parecido a lo que iba a suceder en breves momentos.

Dylan Thomas estaba contemplando el Complejo de los Guerreros, cuando una intensa luz cegadora aparece en el cielo. El asteroide, al acercarse más intensifica su brillo. Los turistas se lanza enseguida a hacer fotos a aquel fenómeno, deseosos de compartirlo en sus redes sociales. Dylan no es la excepción y sube la foto a su Facebook. Otras personas más prudentes decidieron salir de allí.

Dylan de repente empezó a sentir como su piel se quemaba. Tan obcecado estaba en grabar el fenómeno y compartirlo en Facebook que al mirar directamente a aquel brillo, más brillante que el de Sol, empezó a perder su visión, sintiendo como sus ojos se quemaban.

Cassandra, la amenaza del espacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora