Todos se quedaron en silencio tras la entrada de Tom.
—Yo me voy, gracias por la cena, nos vemos... —se despidió rápido Faith a la vez que se ponía de pie.
—No, Faith, no tienes que irte. —murmuró la pelirroja.
—Lo siento Amelia, pero yo creo que sí... —susurró la mujer.
Los dejó a solas.
—Amelia... —habló el inglés—. Vámonos a Inglaterra, podrás seguir estudiando matemáticas, si quieres te compro un departamento o una casa, vivirás sola, si no quieres vivir conmigo está bien, pero... ven...
Ella lo observó en silencio. No respondió nada, solo comenzó a recoger los platos sucios.
—Moró mou...
—Tom... —se giró en su dirección—. No me presiones en este momento, sabes cómo me siento...
—Pero imagínate cómo me siento yo, en tu carta me dijiste que no aceptarías la beca, y ahora te escucho decir que sí te irías a Inglaterra conmigo...
El inglés se sentó en la cama lleno de frustración.
—Thomas... —la mujer arrastró una silla y se sentó frente a él—. Sabes cuánto te aprecio, me encantaría vivir contigo, no tengo problema con eso...
—¿Pero...?
—Necesito pensarlo más... —Amelia tomó su mentón—. Oye, mírame a los ojos...
Tom obedeció.
—Cuando vuelva de San Petersburgo te daré una respuesta, lo prometo...
—¿Lo prometes?
—Lo prometo.
—¿No iremos a San Petersburgo juntos?
—Me fascinaría ir contigo, pero es algo que debo hacer sola... tú me entiendes, ¿no?
—Sí...
Amelia puso ambas manos sobre sus muslos, con la mirada gacha.
—Perdóname por todo esto... —comenzó a llorar repentinamente—. Es muy difícil para mí pensar con claridad... ha sido un golpe tras otro y ya no...
Tom la abrazó.
—Está bien, cariño... —trató de buscar su mirada—. Entiendo cómo te sientes, al menos, por un lado... y sé que podrás reponerte de todo esto, eres fuerte e inteligente...
—He perdido a tanta gente que amaba, y cada vez duele lo mismo e incluso más que la anterior...
El británico la miró apenado.
—Mira, yo voy a lavar los platos, ¿está bien? —habló mirándola—. Tú no te preocupes de nada, ve a darte un baño, y yo me encargo de esto...
—Muchas gracias, Tom...
La mujer se levantó junto al británico.
—No sabes cuánto necesito un baño, una taza de té y dormir hasta las once de la mañana...
—Tendrás todo eso, y comenzarás por el baño... —dijo Tom recogiendo los platos—. Ve tranquila...
Amelia le hizo caso.
Mientras Amelia tomaba una ducha, el inglés bajó las escaleras con toda la basura y platos sucios de la cena. Cuando ya casi estaba por terminar su quehacer en el lavaplatos, Faith entró en la cocina.
—¿Qué pasó? —preguntó interesada—. ¿Se irán a Inglaterra?
—Me dará una respuesta cuando vuelva desde San Petersburgo... —respondió Tom secando sus manos con una servilleta—. Tiene que ir a esparcir las cenizas de su madre, era su último deseo y ella debe cumplirlo.
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Panacea Universal
Fiksi Penggemar❝El que jamás ha llorado y sufrido en soledad, nunca podrá entender cuan dulce puede llegar a ser el verdadero amor❞ ➤En lugar de una larga parrafeada contándote de qué se trata esto, prefiero dejarte algunos comentarios de mis queridas lectoras: ❝L...