Querido amor imposible.

La carta (único capítulo).

Querido amor imposible,

Hola, me presento, soy yo. ¿La flamante rubia de interminables piernas que te guiña descaradamente? No. ¿Aquella pelirroja de bonitos ojos verdes que te sonríe de forma dulce y pasa un brazo por tus hombros? Tampoco... ¿quién, entonces? ¿Esa (a tus ojos) niña de cabello marrón y baja estatura que alza la mirada para espiarte por la ventana? ¡Exacto! Has dado en el blanco.

Sé que esta carta nunca llegará a tus manos (lo cual agradezco) y sé que jamás de los jamases podré ser una de tus novias. Sé todo eso y más, como por ejemplo el que algún día te casarás, tendrás hijos, formarás una familia si lo resumimos... y no te olvidarás de mí. No te olvidarás de mí ya que ¿cómo puedes borrar de tu memoria a alguien a quien no has conocido?

Porque no me conoces. Tú no tienes idea de mi existencia y mucho menos de mi presencia ¿o vas a decirme que estás al tanto de que suspiro al verte? (no, espera, no puedes decirme tal cosa si nunca hablamos) ¿Que cada ocasión en la que tú ríes, algo en mí se llena de emoción?

No voy a mentir. No voy a decir que tendré ganas de tirarme al vacío el día que, gracias a mis amigas, me entere que has conseguido pareja. Ni loca ¿o crees que estoy mal de la cabeza? Mas si hay algo que soy incapaz de negar es que esa idea logra que la angustia me domine por, al menos, unos diez segundos lo que es... sí, rápido.

Y es que esta no es una carta de amor. No confesaré aquí mis profundos sentimientos por ti por la simple razón de que estos no tienen lugar en mi corazón, pues repito ¡no estoy tan loca! Por más de mi corta edad, sé diferenciar entre un afecto que traspasa los límites y la mera atracción...

Así que de esto tratan estas palabras. No soy Nicholas Sparks o, si queremos ser verdaderamente cursis, Shakespeare (por no hablar que para nada tengo su talento), y no te "contaré en dulces versos" mi devoción hacia tu persona ¡ni soñarlo! Todo esto tiene sólo un fin, uno corto e incluso gracioso:

El recordarme (ya que tú no leerás lo que acabo de escribir) que estabas buenísimo. De verdad ¿has escuchado la frase "te hago un hijo"? Bueno, yo te hacía veinte.

Con cariño

Tu me-encanta-tu-físico-y-soy-una-hormonal enamorada.