"Nunca discutas con gente estúpida, te arrastrarán a su nivel y luego te golpearán con experiencia."
- Mark Twain.
"Tener tacto es la capacidad de decirle a alguien que se vaya al infierno de tal manera que espere con ansias el viaje."
- Winston Churchill.
Creo que el "culto a la personalidad" es algo detestable. No me refiero solamente a aquella devoción enferma que se le da a jefes de estado (principalmente a dictadores), pero al fanatismo desmedido que las personas dan a los artistas.
Vives con una venda atada que te impide ver por ti mismo. Ves con ojos de grandeza todo lo que tu ídolo hace, y hasta lo emulas. Te engatusan con su labia fácil, con su encantadora personalidad, con el talento que poseen. Porque sí, tienen un gran talento, y no dudan en hacértelo saber.
Pero, llega un punto donde no sabes si estás enamorado de su obra o de la persona que está detrás. Y es ahí cuando se vuelve peligroso, porque comienzas a perder la capacidad de decidir, de opinar. Solo asientes y alabas lo que ese ser mítico que creaste en tu subconsciente hace.
Y llega el momento. El día en que te das cuenta de que no eres nadie importante, que eres alguien reemplazable. Solo eres un número más, una lectura más, un escucha más. Y es enteramente tu culpa. El haber creado a esa personalidad es tu culpa, y duele saberlo. Duele saber lo ingenuo que eres y, de paso, lo desechable.
Porque eres tú quien está vacío, eres tú quien necesita crear algo para sentirse completo. Tal vez esa creación es solo tú antítesis, aquello que deseas ser. Un ideal. Un maravilloso y perfecto ideal, tan inalcanzable que suena estupendo. Porque, a pesar de que nadie lo es, preferimos creerlo. Todo suena bien bajo otra voz y otros pies.
Ahora, sin la venda, comprendes que tienes una opinión. Y de que todo lo que decía esa persona suena extraño, puede que hasta diste mucho de estar acertada. ¿Cómo llegaste una vez a estar de acuerdo con ella? Tan insensible, tan mundana, tan... Ves que siempre fue así, nunca cambió, eras tú quién veía las cosas de otra manera. Eras tú que tenías ojos, pero no veías.
Escapar de la decepción es muy difícil, porque duele. Duele saber que estás mal, que tú provocaste todo. Duele tener sentimientos y que estos te boicoteen. ¿Exageras? Probablemente, pero al menos significa que saliste del trance. Y te divierte. Te divierte ver a los que todavía están cegados. No te preocupes, pronto se darán cuenta.
Pronto se unirán a ti, y reirán juntos viendo las estrellas.
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Escribí esto a causa de la decepción que me causó el descubrir que alguien, a quien yo admiraba mucho, no era realmente la persona que había creado en mi mente. Y, como escribí arriba, es mi culpa.
A veces idolizamos mucho a un artista, a un político, a un escritor (incluso un escritor de Wattpad), que nos dejamos arrastrar por ellos. Al punto de que les aplaudimos todo lo que hacen, y eso no está bien. Debemos entender que, a pesar de que los vemos como seres inalcanzables de gran belleza, grandes talentos y fuertes personalidades, no son más que personas como nosotros. Y son igual de imperfectos.
Muchas veces las personas creen tener la razón sobre algo, pero la verdad siempre tiene dos caras.
La canción que agregué es Sunrise, Sunset. Interpretada por Perry Como. Es de un músical, pero he olvidado el nombre. Esta versión, especialmente, es tan dramática y depresiva; como un invierno ruso. Es perfecta para mi estado mental.
Creo que seguiré escribiendo cosas aquí. No estoy muy segura de qué serán. Si llegaste aquí, gracias. No creo que te quedes hasta el final jajaja.
Recuerden quedarse en sus casas lo más que puedan.
Otra cosa, notarán que he firmado esta historia con mi nombre real y no como Diphylleia Grayi. Debería hacer una entrada sobre el tema.
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Culto a la personalidad
SpiritualA veces la verdad sale a flote en un episodio depresivo.