Sadistic games

3- Espejo.

Habian pasado meses desde que YoonGi y JiMin habian comenzado con sus juegos de placeres lúcidos. Ambos vivían juntos en uno de los apartamentos de Yoongi.

Fuera del ambiente tenso y sexoso, no eran más que amigos, compañeros de copa y algunas veces tenían citas, pues el mayor estaba más que interesado en Jimin de forma romántica, sin embargo este mencionado no sentía lo mismo, para él no era más que atraccion sexual y deseos carnales que le hacían excitarse de sobre manera.

Ahora mismo se encontraban en casa, Jimin estaba sentado en el sofá mientras escribía en su laptop, tenía proyectos pendientes que entregar y aquello le estaba taladrando la cabeza por tanta presión, no entendía como es que sus maestros juntaban las fechas para entregar.

La puerta se abrió y entró un sujeto vestido de traje, con portafolio en mano, este llevó su mano hasta el cuello de su corbata para desofocarse.
-Estoy en casa, ¿Que haces hombre?, se te ve estresado. - YoonGi dejó su portafolio en la entrada al igual que su saco, fue hasta el sofá después de cerrar la puerta del apartamento y se colocó detrás del menor, llevó sus manos a los tensos hombros de este y comenzó a darle un suave masaje. Haciendo que JiMin emitiera bajos suspiros, la tensión alejándose de su cuerpo.

-Oh sí, es solo que la universidad esta taladrando duro mi cabeza. Por cierto, hice pasta a la arriabata y ensalada, te deje tu plato en la mesa.- problemente ellos ya se habían acostumbrado a la presencia del otro en su vida. No era raro que ellos dos estuviesen viviendo juntos, pero muy dentro de Jimin se sentía agobiado cuando el mayor llegaba del trabajo y olía a perfume de mujer. Justo como hoy.

Jimin apartó las manos del mayor al sentir de nuevo esa fragancia tan asquerosa, se levantó con su laptop en manos y caminó hasta su propia habitación. Ellos no compartían la cama para dormir , de hecho no sabía como era la habitación de su mayor , ya que ellos tenían una sala especial en la casa. Una donde podian ser completamente libres.

-Me voy a mi habitación, disfruta tu cena.-
Yoongi se quedo absorto de la situación, no era la primera vez que JiMin se alejaba se esa forma tan repentina. Entonces su mente recordó... -Zulema.- soltó un suspiro al recordar aquella secretaría tan insistente y molesta, se le insinuaba cada que podia pero nunca habia percibido que el aroma de esta se quedara en su ropa.

Iba a ser una noche larga. Su sumiso tenia que aprender una lección por desconfiar de él, aunque fue culpa suya no haber mencionado el asunto de Zulema.

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Yoongi comía tranquilamente en el comeder, aun seguia pensativo sobre el problema anteriormente mencionado. Sus ojos se entre cerraron al tener el último bocado en su boca. Se levantó y dejo su plato en el lava trastes. Había pasado exactamente una hora desde que el menor se habían ido a su habitación y el apartamento reinaba en silencio , los pasos del mayor resonaban por todo eo pasillo.

Abrió la puerta sin tocar y miró a JiMin quien le miraba confundido desde la silla de su escritorio.
-¿Ocurre algo?, ¿no te enseñaron a tocar antes de entrar?. - dijo un tanto molesto, levantandose de la silla para acercarse al mayor enfrente suyo, la tensión sexual se sentía en la habitación, Yoongi llevo su mano hasta el cuello del menor y preciono sus dedos alredor de su garganta.

Los ojos de Jimin se viraron hacia atrás ante aquella sensación que recorrió por todo su cuerpo. Sus vellos se erizaron mandando una corriente eléctrica hasta su polla. Poniéndola dura y punzante bajo sus pantalones.
Yoongi lo notó y sonrió de lado al ver aquella pared que contaba con un espejo grande y del tamaño de esta.

La idea de tomarlo duro y sin restricción alguna frente al espejo, se apoderó de su mente. El tan solo imaginar ver su propio reglejo al estar jodiendo a Jimin hizo que la cabeza de su polla temblara ansiosa.
- Hoy lo haremos aquí Jimin. Hoy voy a joderte.-