Primer beso.

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Subí a mi recamara y me quedé pensando toda la noche, la verdad le había revelado mucho, no puede ser posible, ¿Ahora me estaba abriendo con él? Primero me vio matar a alguien y ahora sabe que puedo controlar mi sombra, no puede ser posible. En mi mente había todo tipo de pensamientos, me sacó de mis pensamientos el haber escuchado un ruido proveniente de la sala, pensé que seguramente era el una vez más tratando de irse, mandé a mi sombra y si era el, pero había alguien más, estaban caminando por las penumbras de la madrugada, el y tres hombres más, me alisté y me levanté de golpe de mi cama, abrí un poco la puerta de mi recamara, lograba escucharlo hablar, me estaba aguantando las ganas de bajar y matarlo a él y a sus amigos, ¿como es posible que me haya traicionado de esa manera? Me quedé callado mientras escuchaba la conversación:
"¿Entonces me dices que aquí vive el locutor de radio?"

S-si, el vive aquí, creo que ahorita está dormido, yo puedo ir por el si gustas, tu puedes robar todo después, el me tiene más confianza a mí.

"Ve, pero si algo sale mal, te lo juro que te mato, me debes mucho y lo sabes, así que ni se te ocurra cagarla."

Oh por favor, yo nunca la cago, yo soy perfecto, nos vemos luego cariño.

Empecé a entrar en pánico, ¿Ahora tendría que matarlo a el? Cerré la puerta lo más despacio que pude, me acosté en mi cama con un cuchillo en mano, escuché como el abrió la puerta, la cerró lentamente, esperaba el momento en el cual me tratara de ahogar con la almohada, pero lo único que sentí fue que el me empezó a hablar y a moverme para "despertarme"

An: Al, oye, Alastor, despierta es algo de mucha urgencia, por favor necesito que despiertes Alastor.

Me levanté lo más rápido que pude y le puse el cuchillo en la garganta, le tapé la boca y me puse encima de el, el solo levantó las manos y se quedó quieto, le empecé a hablar diciéndole:

Al: Que es esto, por qué hay gente que no conozco en mi casa y porque te conocen y más importante aún, por qué no me habías dicho nada.

An: Lo lamento mucho, te explicaré luego, pero ahora necesito que hagas esa cosa rara que hiciste con tu sombra, necesito que lo atrapes y lo mates, si no lo haces el me va a matar a mi y se llevará tus cosas

Al: ¿Y por qué debería de hacer algo que te beneficia a ti? Me traicionaste, metiste gente que no conozco y ahora me quieren robar, ¿y tú lo que haces es pedirme ayuda?

An: Maldita sea, solo hazme caso, luego te explicare, por favor te pido que hagas esa cosa que hiciste hace minutos atrás, te lo juro que lo lamento, después de esto me iré de tu casa, solo fui una molestia.

Él agachó su cabeza, me sentí mal y le dije a mi sombra que lo atrapara solo a él tipo que estaba en la sala, mi sombra se despegó de mis pies y se deslizó debajo de la puerta, lo siguiente que escuche fue que alguien maldijo, solté a Anthony y me dirigí hacia abajo, el se quedó en el piso acostado, ví al sujeto parado en medio de la oscuridad, extendí una sonrisa en mi cara y agarré mi cuchillo con fuerza, luego lo metí en su estómago y lo deslicé hacia arriba, y vi como los órganos del tipo cayeron al piso, di media vuelta y mi sombra se dispuso a buscar a los demás tipos que estaban invadiendo mi morada, el siguiente tipo estaba en la cocina, me acerque lentamente hacia él, antes de poder reaccionar sentí un dolor punzante en mi costado, me di la vuelta y ahí estaba el otro individuo, me había clavado un cuchillo en el costado, me saqué el cuchillo de mi costado y se lo enterré en la garganta, el cayó al piso y empezó a hacer sonidos irreconocibles, ¡Música para mis oídos! Caminé dónde el último tipo que quedaba, el me dijo algo con mucha dificultad, me dijo:

"Señor, lamento haberme metido a su casa, por favor perdóneme la vida."

¡Pobre iluso! Le metí el cuchillo en la boca y lo empuje hasta su garganta, el grito lo más fuerte que pudo, yo seguí enterrando el cuchillo lo más profundo que pude hasta que el ruido cesó, luego de hacer mi labor, le ordene a mi sombra que limpiara el desorden que había causado, subí las escaleras y me dirigí hacia mi recamara, cuando llegué a ella, Anthony me miraba con miedo, le sonreí, eso fue lo último que recuerdo de esa noche, a la mañana siguiente me desperté es un mi cuarto estaba sin camisa y a mi lado estaba Anthony, el estaba dormido, me tenía abrazado, podía sentir su respiración y su olor, simplemente no me quería despegar de el, pero, pero el me había traicionado, el me había tendido una trampa, casi muero por culpa de el, esto no se podía quedar así, me levanté lo más rápido que puede de la cama, lo cual terminó en un gran fracaso, me caí encima de él, el se despertó de golpe y acarició mi cabeza, quité su mano de mi cabeza y me levanté de la cama tenía un dolor insoportable en mi costado, lo miré con odio y tratando de disimular mi dolor y mi odio le pregunte que porque me había traicionado de esa manera, el bajo la cabeza y se acomodó en la cama, dió un respiro y empezó a hablar:

An: Mira, Al, no quiero que me odies y tampoco que las cosas queden mal entre tu y yo, solo que al principio planeaba robar todas tus cosas y luego talvez matarte, la verdad no te estimaba como persona, incluso creo que te odiaba, lamento mucho haber traído gente extraña a tu casa, tenía que pagar deudas o eras tú o era yo, perdóname.

Al: ¡¿O ERAS TÚ O ERA YO!? Acaso yo pensé eso cuando te traje a mi casa desmayado, te di todo lo que te podía dar y ni siquiera te conocía y así me pagas, me querías matar y robarte mis cosas, ¿QUE TENGO QUE HACER PARA QUE TE DES CUENTA QUE ME GUST-? Que me gusta tu compañía en mi casa, que tengo que hacer.

Di un respiro profundo, por poco hago que se de cuenta que me gusta, el dolor en mi costado se hacía más fuerte cada vez, hizo que me tambaleara al punto de casi caerme, el se me acercó lo más rápido que pudo y me agarró, el me miraba mucho, me paré como pude y el no me dejaba de ver, me empezaba a sentir incómodo, me aparté de él, el me miró y se lanzó sobre mí, me abrazó fuertemente, la herida me dolía más, pero no importaba el simple hecho de tenerlo cerca me hacía sentir bien, el dejo de abrazarme, me miró a los ojos y me dió un beso en los labios, me quedé impactado, no quería que la sensación terminara, pero no me podia dominar tan fácil, lo empujé y le grité tratando de disimular mi notable sonrojo:

Al: ¿¡QUE ES LO QUE TE PASA!? ¡Por qué me besas, yo no soy homosexual!

El me miró asustado y sonrió, se limpió los labios, se dió la vuelta, cuando iba  a salir de mi recamara, se dió la vuelta y me dijo en un tono burlón y coqueto:

An: No te vas a escapar de mi, sonrisitas.

Siempre estaré para tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora