Capitulo 8 Nativos, pero no estos nativos

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Pasaron semanas desde que me pusieron la marca con Kube en la fogata, aún no entendía el idioma pero algunas palabras ya comenzaban a sonarme, todos los días Kube intentaba enseñarme algunas nuevas, aunque no se como haríamos para cosas intangibles como la palabra hambre o felicidad, —Orie(Vamos)— dijo Kube, era algo que repetía mucho, entonces pude asociarla fácil, —Orie— repetí, estábamos de cazeria, un conejo, fui lentamente hasta que lo tuve cerca, rápidamente ensarte la lanza en él, me sentía horrible pero si no lo hacía no comeríamos, le pedí perdón al conejo en español, así Kube no entendía lo que hacía.

Kube amarro el conejo a los demás que ya llevábamos, me recargue en un árbol y espere, pero de pronto un ruido me llamo la atención, no me dió tiempo de voltear, sentí algo en el cuello, una lanza estaba en mi yugular, —Kui le palua— escuché, volte y era una hiena, jamás le había visto por aquí, Kube se le lanzó gritando y comenzó a golpearla, tomé a los conejos y salí corriendo a la aldea, todos me vieron corriendo, comencé a hacer señas y gritar, —¡Kube!— algunos chicos tomaron sus lanzas y corrieron detrás mío, cuando llegamos estaban peleando aún, se lo quitaron de encima y le mataron, —¿Que demonios es eso?— dije sin pensar que no me entenderían, Kube me miró y tomo mi pata, me llevo a un risco, desde ahí veíamos a otra aldea, —Lunda— dijo haciendo una cara molesta, todas las hienas estaban haciendo sus cosas, pero no sé veían tan bien como la aldea dónde ahora vivía, estos estaban más desordenados y parecía que no se tenían respeto, los cachorros andaban sin ropa por ahí, y los adultos los ignoraban, los adultos parecían aburridos y hambrientos.

Regresamos a la aldea y seguimos hacía el otro lado, nos adentramos en la selva hasta que llegamos a una cascada dónde a veces veníamos a tomar agua, Kube corrió y se metió al agua, me senté en una roca viendo, después de un rato salio, tenía varias heridas, supongo que hizo eso para intentar limpiarse, regresamos y el adulto con el que Kube siempre habla vino, hablaron un momento, hace unos días descubrí que es el jefe de la aldea, y al parecer Kube y Kali son sus hijos, terminaron de hablar y me miro, asintió sonriendo, primera vez que lo veo sonreír, se retiró y Kube me llevo a la choza, me dijo que esperara, el se fue, salí y lo ví entrar a la choza de la anciana, quien supe se llamaba Junli, corrí a la choza dónde estaba Kali, —Hola— dije cuando la ví y sonreí, —Hola— sonrió y me devolvió el saludo, estaban pintando varios cachorros, me tomo del brazo y me puso en una pose, comenzó a pintarme de cuerpo completo.

Cuando terminó me saco de la choza, fui a la fogata y varios cachorros se acercaron corriendo, —Hola— decían, comenzaron a treparme, ya me sentía aceptado pero por alguna razón no me sentía tranquilo, sentía que en cualquier momento me echarian,  Kube se acercó con muchas hierbas sobre su cuerpo, me tomo del brazo y me llevo a la choza, —Vamos— dijo, lo seguí y se acostó en cama, no dijo nada, intenté salir de nuevo pero —Nere (No)— siempre que no quería que hiciera algo lo decía, fui y me acosté a un lado, poco después el se quedó dormido.

Salí de la choza y fui a la fogata, me gustaba mirar el fuego, me hacía sentir seguro, —Oliver— se escuchó detrás mío, di la vuelta y era el lobo adulto, —Kube kaj limvi— dijo, —Yo eh...— tartamudeo y no se que decir —Vamos— dice Kali y me toma del brazo, no se de donde llego, me lleva de nuevo a dentro de la choza, señala afuera y dice —No— me siento como si fuera una mascota. Tal vez eso es lo que piensan ellos de mi, que soy solo una mascota o alguien que puede hacer las labores que nadie quiere, seré el esclavo de Kube tal vez, pero al parecer por el momento no tenía permitido salir de la choza si no era con el, así que me subí a la cama y dormí.

A la mañana siguiente me desperté por qué había mucho ruido afuera, salí y estaba Kube, Kali y su padre con una turba por qué de frente tenían a las hienas, algo estaba pasando, no entendía nada, hasta que Kube se dió cuenta que estaba ahí, me hizo una seña para que me fuera sin moverse mucho, quería parecer grande y serio, se notaba , no estaba siendo natural, la hiena al verme me señaló, el lobo dijo algo muy molesto y las hienas comenzaron a gritar, Kube corrió y me metió a la choza, —¡NO!— grito señalando afuera, el salió corriendo y ya no supe que sucedió, hasta que el volvió por mi para irnos a cazar.

Naufragio perfecto [Furry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora