Coward ¢ Minsung

26

HJN.

Era un tanto cansado para todos estar en la sala de estar, esperando alguna nueva noticia de Jeongin. Seungmin se encontraba dormido sobre el sofá, sus manos abrazaban sus rodillas y un pequeño hilo de saliva salía de su boca, Han estaba sobre el regazo de MinHo, sus manos estaban entrelazadas, su cabeza recargada sobre el pecho del azabache y sus ojos estaban cerrados durmiendo plácidamente después de un largo día.

Eran las tres de la mañana para cuando Chan se ofreció para traernos café.

—¿Me acompañas? —Cuestionó metiendo las manos a sus bolsillos y yo asentí.

Le eché una última mirada a Seungmin y caminé detrás del peligris para bajar las escaleras hasta la cafetería del hospital. El lugar estaba vacío, solo una pareja que se marchó después de tomar su café.

— ¿Que hacen aquí? —Cuestiono Chris dándole un sorbo a la bebida caliente.

—Cuando Seung se enteró casi le da otro ataque de ansiedad, últimamente los está sufriendo mucho —Hice una mueca.

—Lastima—Chris sonrió—Ni siquiera pude darle una utilidad a Jeongin.

— ¿Utilidad? —Junto mis cejas— ¿A qué te refieres con utilidad?

—Ya sabes, no me pude acostar con él.

Sentí la bilis subir por mi boca, ¿qué diablos le pasaba?, dejé el café sobre la mesa y le di un fuerte empujón—¡¿Qué te pasa, he?!, estamos aquí por un intento de suicidio.

Una sonrisa se formó en los labios del peligris, se sacudió un poco y me tomó de la camisa—¿Por qué te molesta? —Rio con sarcasmo—Si tu comenzaste esto—Me tiró al piso y yo solo me pude quejar por el dolo en mi espalda—Tú filtraste sus fotos, tú le metiste esas ideas en la cabeza cuando él solo quería un buen consejo.

—Yo...—Murmuré intentando apartarlo—N-No conocía bien a Innie.

Un golpe se depositó en mi estomago—No te atrevas a decir su nombre con tu estúpida boca.

—Realmente lo lamento.

— ¿Lo lamentas? —Chan me miro con la mirada llena de furia— ¿Realmente lo lamentas?

—Me arrepiento cada momento desde ese día—Me quejé abrazando mi estomago para minimizar el dolor. Podía sentir la sangre brotar de mi boca.

Otro golpe aterrizó sobre mi cuerpo y realmente parecía que no iba a aguantar más—Da gracias a que necesito regresar a ver como esta la única persona importante en mi vida—Gruñó el peligris dándome una última patada justo en las costillas. Las lágrimas resbalaban de mis mejillas y mi sangre estaba manchando incluso el suelo.

—También sé que tu iniciaste los rumores en su universidad, eso sí agradezco, ahora mi pequeño hará lo que le gusta—Escupió con molestia.

Lo último que vi antes de desmayarme fueron los pies de Chan subiendo las escaleras.

MH.

La atención de Han se centró en Seungmin quien subía por las escaleras con los ojos llorosos, ¿qué no había ido por café?, tomo rápidamente sus cosas del sofá y se dirigió a las puertas del elevador mientras pinchaba los botones.

—¿Seung?, ¿todo bien?

—Si te dan nuevas noticias llámame—Mencionó con voz entre cortada—Si HyunJin pregunta por mí, díganle que no vieron cuando me fui.

— ¿Qué no se supone que irías a buscarlo?, por tu café...

—Y lo encontré —Pinchó con más desesperación el botón del elevador— ¡Joder, lo encontré!

— ¿Seung? —Chan lo llamó — ¿A dónde vas?

—Chan...—Sus ojos se humedecieron aún más—Como lo siento—Soltó un chillido—Yo... Manténganme al tanto de Innie, por favor.

— ¿Escuchaste lo que sucedió? —Cuestiono Chan y Seungmin asintió—Bien, yo te avisare cualquier cosa.

—Yo no lo sabía, Chan.

—Está bien, ve a casa, Seungmin—Suspiró Chris palmeando su hombro.

Las puertas del elevador se abrieron y Seungmin se adentró sin más—Adiós chicos, los quiero.

—Te veré en casa—Han intento sonreír.

—Sí...—El castaño lo pensó un poco—Te...Te veré en casa, Han.

Las puertas se cerraron y al mismo tiempo las puertas del elevador de junto se abrieron. Changbin y Felix se dirigieron directamente a Han con una mirada preocupada. Han no titubeo ni un segundo para lanzarse a los brazos de Changbin.

—MinHo—Saludó Lix extendiendo un vaso con café ¿Cómo está Innie?

—Mejor, estamos esperando para que nos dejen entrar a verlo.

—Creí que te ibas a ir...

Hice una seña para que cambiara de tema—No es momento.

—Oh, perdón, sabes que siempre soy inoportuno...

—Está bien... las cosas están un poco raras

—Ni lo menciones.

El pecoso aclaró su garganta—Solo...avísame cuando vayas a hacerlo.

—Sí, bueno, será bueno decirles adiós.

—No—Hizo una pausa—No es una despedida.

— ¿Perdón?

—Sabemos que amas a Han y volverás en un momento.

Pasé mis manos por los hombros de Felix con una pequeña sonrisa—No todo está perdido—Murmuré—Pero no espero grandes resultados.