Coward ¢ Minsung

Epílogo

Cuando recibí la llamada de un "numero desconocido" la primera persona en la que pensé fue Km Seungmin. Casi dos años sin ese bastardito y que en mi cumpleaños sonara mi teléfono con ese registro me hacía quererme comer las uñas de la ansiedad.

—Jaebum, quédate en la barra, saldré a atender—Ordené sin dejar de mirar mi teléfono—Son las doce, en tres horas dejamos de vender alcohol.

—¡Como diga, jefe!—Chilló el azabache sacudiendo su mano.

Pasé mis manos por mis hombros al sentir el frio del lugar, la noche estaba helada y había dejado mi jodido hoddie adentro.

—¿No piensas responderme?—Cuestionó aquella voz a mis espaldas con un tono de burla.

Me quedé en silencio sobre mi lugar, sintiendo como mis mejillas se humedecían y mis manos temblaban apretando el teléfono contra mi pecho.

—Feliz cumpleaños, Mi lindo Hannie, espero que mi presencia no sea inoportuna.

Negué pasando mis manos por mis mejillas—Lee, hey, hasta que apareces—Reí.

—Hice lo que me dijiste—Señaló—Deje de ser un cobarde, me separé de mi padre, compré mi pequeño estudio de baile y hago lo que quiera.

Giré sobre mis talones para poder verlo. Su sonrisa continuaba siendo arrogante y perfecta, su cabello estaba más largo, aunque escondido en un gorrito de lana gris, sus manos sostenían un teléfono y de nuevo, había olvidado usar guantes.

—Me alegro mucho por ti—Sonreí—Lograste cumplir tus sueños.

—Fue difícil, estando solo y en un lugar donde muy apenas sabía pedir el baño—Rasco su nuca—Pero siempre me repetía "Debes de hacer sentir orgulloso a Han"—Murmuró un poco apenado—¿Soy un idiota por quererte conmigo aún después de casi dos años?

Asentí—Sí, creo que eres un jodido idiota por querer eso—Mordí mi labio inferior—P-por suerte, tengo un club—Pateé una pequeña piedra—El club de los idiotas... las inscripciones están abierta.

—Oh—Mencionó comenzando a acercarse a pasos lentos, como si dudara si debía hacerlo o simplemente retirarse—¿Se puede saber cuales son los requisitos para entrar?

—Uhm, debes tener clara tu sexualidad.

MinHo suelta una pequeña risa y asiente—Uhúm, listo.

—Uhm, tienes que ser independiente, no nos gustan los cobardes.

—Hago lo que está a mi alcance—Suspiró—Cuando mi padre amenazo con arruinar a el chico que amo... bueno, tenía que ser valiente y lo mejor era mantenerme alejado hasta que el sujeto ya no pudiera amenazarme.

—Funciona para mí—Sonreí subiendo mis manos a sus hombros.

—¿Hay algún último requisito?—Ladeó la cabeza mientras acariciaba mi cintura con sus manos, sabiendo perfectamente que ese lugar era destinado para sus manos.

—Sí, que Seungmin salga de su escondite.

—¿Cómo lo supiste?—Protesto el castaño saliendo de las sombras.

—Asumí que MinHo te había localizado, pero no creí que te encontrara más rápido que yo—Gruñí.

—Necesitaba alejarme de la gente, conocí un chico—Meneó su cabeza—Se llama Woonpil, es muy amable y esta en una banda, después podemos chismear sobre él, por ahora creo que MinHo me va a patear si no entro al bar y los dejo solos—Sacudió mi cabello—Entren rápido, el imbécil no se puso chaqueta—Regañó antes de cerrar la puerta.

—Bueno—MinHo aclaró la garganta—¿Entonces?

—Sí—Me puse de puntas para besar sus labios cortamente—Seamos novios, tengamos una casa, con tres perros, dos gatos, un canario y seis hurones.

MinHo me sostuvo de la cintura y comenzó a besar mi rostro repetidas veces—No olvides al erizo.