XXXI

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Capítulo 31.








Louis sintió algo de pavor al ver quién era la persona que había solicitado su presencia en aquel tétrico lugar.

—¿Zac? —.

El hombre frente a él se inclinó sobre el escritorio sólo para verlo mejor. 

—¿Nos conocemos? —. preguntó con confusión y después frunció el ceño —¿Cómo jodidos este crío sabe mi nombre? —. miró a los hombres de negro, buscando una respuesta. 

Louis se sintió confundido después de esa acción.

¿Zac no lo recordaba? ¿Entonces por qué lo había citado? ¿Qué realmente estaba haciendo allí? 

Louis se tensó un poco y tragó saliva, pero no dejó que el miedo lo consumiera.
—Nos vimos en un restaurante... creo que era francés, estaba con mi amigo Sam, Sam Fender, por eso conozco su nombre —. Intentó aclarar.  

Zac regresó su mirada, viendo escandalizado al joven frente a él. 
—¿Qué dijiste? ¿Eres amigo de Sam? —.

—Bueno, somos buenos amigos...—. Respondió, no muy seguro.

Zac lo observó mejor, y de un segundo a otro lo miró con asombro.
—¡Claro, te recuerdo! Estaba muy sorprendido de ver a Sam en un lugar de esos. Él no es alguien que le guste presumir lo que tiene; es un chico con los pies en la tierra a pesar de tener una de las más visitadas páginas de pornografía —. sonrió, soltando información innecesaria.

Louis no comprendía la situación. Al parecer Zac comprendió aquello y mandó a traer "La computadora." La cual llegó en un par de minutos; era un portafolio grueso que tenía incrustado un ordenador. 

Se limitó a observar mientras el hombre buscaba algo en ella. 

—Aqui está —. dice tomando su atención —Me llegó una solicitud anónima ayer, y cito: "Su nombre es Louis Tomlinson y necesito que lo obliguen de cualquier manera a mantenerse alejado de Harry Styles" —. Dice con simpleza, leyendo lo que parecía ser un correo electrónico.

Aquello sólo lo confundió más.

—¿Eso, eso qué quiere decir? ¿Quién le pidió eso?—.

—No pareces ser un chico por el cual alguien contrataría mis servicios—. No respondió a su pregunta. Zac le dio una mirada de nuevo y se recargó en su silla —Pero el dinero ya está depositado—.

—¿Qué quiere decir? —.

—Que necesito hacer que dejes de estar cerca de este tal—. Le dio un vistazo a la pantalla de su ordenador — Harry Styles—.

Se puso pálido. Y la carcajada ruidosa que soltó Zac hizo aún peor las cosas. 

—Pero —. alzó la voz y se puso de pie, metiendo las manos en sus bolsillos —Eres amigo de Sam—. Suspiró y con un ademán hizo salir a todas las personas allí dentro. 

Rodeó el escritorio y Louis tragó saliva. El hombre se recargó contra este, quedando frente a Louis. 

—Y... a mí me gusta Sam. No podría lastimar a sus amigos —. Concluyó. 

Louis se desconcertó al oír algo como aquello. 
—¿Q-qué?—.

Zac suspiró profundamente, con tristeza, y se sentó en el sillón al lado de Louis, no lo miró. 

—Sam y yo íbamos en la misma preparatoria. Él era un chico brillante, amable, inteligente hasta la médula, hablaba seis idiomas a pesar de ser tan joven —. recordó con la mirada perdida y una sonrisa —Y yo... yo nunca estuve en su rango de visión —. Murmuró afligido —Con el tiempo me fuí acostumbrando, pero llegó un punto en el que mi corazón se aceleraba cada que lo tenía cerca y yo no soportaba eso. No soportaba no tenerlo. Entonces me fuí, me uní a mi padre en este negocio y ese fue mi primer error —.

•Perdido En Tus Ojos• LS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora