SAMUEL
Mi dulce niña. Me extrañó que dos días después de la fiesta de la vendimia insistiera en viajar para estudiar en Francia. Mi hermana estuvo encantada, claro. Pero me costó un disgusto con mi mujer. Siempre quise que mi niña viajase, que conociera mundo y expandiera sus horizontes
¡Y vaya si lo había hecho!
La noche en que anunciaron el compromiso de Daniel y Marina oí a Leta llorar durante toda la noche. Pensé que era lo que necesitaba para olvidarle y seguir con su vida. Pero cuando me suplicó que hablase con mi hermana supuse que habían llegado a algo más. Y me lo confirmó la mirada culpable de Daniel cuando la buscó el día después. Conozco a ese chico desde que nació y podría apostar que me tiene más cariño que a su propio padre.
Un día, mientras comprobaba las cuentas de la bodega, mi niña me llamó y me dio una noticia que me dejó helado. Me suplicó que hablase con Dani. Pero él tenía que casarse. Y así se lo expliqué a Leta. Le dije, ahora me pesa, que no tenía por qué seguir adelante. Hablé con su padre de Dani, Don Javier, que me trató con desprecio. Me amenazó con el despido y me hizo coger un sobre con 3000 €.
Tuve que comerme mis lágrimas y explicárselo a mi niña, a mi mujer y a mis hijos mayores que, entonces estaban estudiando en la universidad.
Leta tuvo a su bebé y decidió viajar a Australia. Mi hermano le escribía emails desde que tuvieron acceso a internet y le entusiasmaron las fotos de la granja. Pensaba que podía ser un buen sitio para criar a su niña, aprender inglés y labrarse un futuro.
La veía y me llenaba de ilusión sentirla cerca. Había formado una bonita familia: Me sentí bendecido, no denigrado ni de segunda. Eran gente íntegra, amorosa, inteligentes y buenas personas. Eran mi gente.
Había una razón más para alejar a nuestra niña.
El monstruo actuaba cada ciertos años y, temíamos que actuara e intentara acabar con nuestra pequeña flor. No podíamos permitirlo.
***
No vayas atrás. No te has perdido nada. Esta es una subtrama que aporta un poco de sentido a por qué los padres de Violeta no impidieron que ella se marchase, a pesar de que, sobre todo a Begoña, se le rompiera el corazón. Tenían sí o sí que proteger a su niña de un asesino obsesionado con cierto tipo de mujeres.
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COSECHARÁS CORAZONES
Literatura Feminina¿Y si la vida nos diera la oportunidad de recuperar a la persona que nos amó más sinceramente?