No puedes cambiar el pasado, pero aún puedes cambiar el futuro...
Yoongi llegará como chico nuevo a una escuela, dónde allí pondrá a prueba todas estas preguntas y dependerá de si mismo para cambiar su propia historia.
¿Tú qué crees que harías? Rec...
Bueno wachos, ha llegado el día que todos estaban esperando, el día en el que fue dictado en la biblia ahre, hoy se viene el beso. Espero no cagarla y como siempre daré lo mejor de mí.~
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Tae hizo contacto visual con ella.
Estaba nerviosa, sus manos estaban entrelazadas una con la otra, sus mejillas y orejas estaban rojas, sus piernas de habían quedado quietas, apenas podía mantenerse de pie.
El pelirrojo le sonrio, transmitiendole confianza, mientras levantan sus dos pulgares.
Sunni suspiró y tomo valor, cerró sus puños y camino decidida hacia el escritorio de la profesora.
Dió la espalda al pizarrón y dejando su mirada hacia los demás alumnos que estaban en el aula.
Sunni sintió la confianza que le transmitia Tae y tomo valor.
-Me llamo Sunni, por favor cuiden de mi- dijo la castaña decidida mientras se inclinaba para mostrar respeto y saludando a sus compañeros.
Los demás chicos hicieron lo mismo, excepto Tae.
El pelirrojo se levantó de su asiento y la saludo seguido de una sonrisa, esa que mata a todxs.
Sunni observo el gesto lindo que tuvo Tae y está la devolvió con una sonrisa algo tímida, todos los chicos se habían quedado en silencio luego de haberse saludado formalmente.
No fue hasta que la misma profesora le agradeció a la pequeña por su presentación y le incentivo a qué se sentará.
Por suerte para ella, había un lugar vacío cerca de los chicos así que no se tenía que preocupar por intentar socializar con otros chicos.
Le aterrorizaba la idea de ser la chica nueva de toda la escuela, así que lo mejor para ella era mantener un perfil bajo y no ser la mirada de todos.
Se sentó en su asiento al lado de Jimin y dió un fuerte suspiro, por fin lo peor había pasado.
Se sentía acosada y observada por alguien, no podía voltear para atrás para saber quién era porque estaba nerviosa,así que se tenía que satisfacer con ver a las personas que tenían adelantes.
Un bajito, uno grande, una emo, había de todo en el aula, pensaba mientras analizaba a las personas y veía quien le estaba mirando.
Cuando su cabeza llegó al segundo asiento de la cuarta fila, se dió cuenta que una chica le estaba observando con desprecio y de reojo.
