Ella cierra sus ojos, recordando en sueños lo que en vida siempre olvidara, recordando nombres, rostros, recordando voces que susurran suaves palabras de un amor tan profundo que ella no puede evitar llorar. Ella quiere gritar, quiere levantarse de su cama y bailar la dulce melodía que suena en sus tímpanos, quiere levantarse y abrazar a los dueños de las lejanas y bellas palabras murmuradas con dolor y amor, ella quiere salir, ver el sol, la luna, las estrellas, ver el dulce tono de azul de un verano brillante, el melancólico celeste de un invierno lluvioso, quiere ver el naranjo de un atardecer de otoño y el azabache de una noche de primavera. Ella quiere disfrutar de las formas que las nubes dibujan en tan hermoso lienzo; quiere sentir el viento en su rostro, el césped en sus pies, quiere recostarse bajo el bello árbol que solía visitar, quiere sentir las gotas de lluvia recorrer su piel.
Pero ella no se puede mover, no puede gritar, no puede abrazar ni hablar, ella no puede besar las mejillas de sus hijos, no puede contarle historias a sus nietos, no puede salir de aquel confinamiento mental. Ella solo puede soñar, solo puede llorar, solo puede rezar para que el dios en el que siempre creyó la deje descansar.
Sus sueños están plagados de sus deseos, plagados de historias tan reales y fantasiosas que sonríe entre lágrimas.
Luego ella abre sus ojos y vuelve a olvidar.

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Sueños de una mente sin recuerdos
RandomSus sueños están plagados de sus deseos, plagados de historias tan reales y fantasiosas que sonríe entre lágrimas. Luego ella abre sus ojos y vuelve a olvidar.