Olvídala...
No permitas que ese espacio, ajeno a tu frecuente pensamiento, invada tu mente.
Olvídala...
Si no puedes yo te ayudo, me ofrezco a borrar grises recuerdos y crear nuestros propios matices de color.
Olvídala y piénsame...
Que este sólo sea nuestro momento, dónde nada existe, dónde todo es neutro, dónde solo habitamos tú y yo.
Y sólo piénsame... Porque juro que lo intento. Constantemente te bombardeo con mis anhelos de tenerte, pero me alejo, porque aun eres cautivo.
Tan sólo quiereme, y permitete ser felíz. Forma parte de mí.
