Gian
1 mes en la que Layla no volvía con nosotros, donde no se acordaba de nada de lo que había ocurrido. Un mes sin que ella supiese de Theo, pero hoy eso cambiaría, hoy tenía pensado contarle todo.
Caminé nuevamente como todos los días hacia la casa de los Williams, mi rutina era solo una. Levantarme en las mañanas e ir a a visitar a mi hijo, venir donde Layla, volver a ver a Theo y luego volver a casa, y así ha sido por todo este tiempo.
Al entrar a la casa lo primero que encuentro es a Alex y Stace besándose a pie de las escaleras. Yo aclaro mi garganta y estos me ven algo avergonzados. Más Stace obviamente.
— Hola cuñadito — Saluda Alexander acercándose a mi.
— Hola Alex ¿Dónde está tu padre? — Le pregunto.
— En el jardín, con Layla — Dice y asiento.
— Iré ... — Afirmo intentando caminar hasta allí.
— ¿Creés que es buena idea que ...? — Lo interrumpo aún sin girarme
— En el peor de los casos se asustará y me dirá que no quiere saber nada de mi ó puede que al menos se acuerde de algo — Digo lentamente.
Camino con una de mis manos en mis bolsillos delanteros y en la otra llevaba un álbum de fotos, ese que le había hecho a Layla hace bastante tiempo y el cual me había dado tiempo de terminar. Al llegar allí Layla estaba de espaldas hacia a mi y el primero en verme fue su padre.
— Gian que gusto verte — Saluda alegre su padre.
— ¿Como esta señor Williams? — Pregunto dándole la mano.
— Muy bien muchacho — Me sonríe y se gira a su hija — Layla este es mi socio Gian D' luca — Me presenta.
Esta situación se me hacía bastante incómoda al ser de esta forma. Ella se levanta y se gira viéndome con una de sus maravillosas sonrisas, una de esas que llegaba hasta sus ojos. Se veía tan radiante y tan hermosa.
— Un placer — tiende su mano sonriente y yo la tomo con gusto si despegar mi vista de sus ojos y sus labios.
— El placer es mio — Logró decir con algo de dificultad.
— Volveré en un momento — Dice su padre y me Giña un ojo susurrando un suerte antes de irse .
— ¿Porque me ve así? — Pregunta algo extrañada.
— ¿Sabes que has perdido la memoria temporalmente, verdad? — Empiezo por decir.
— ¿Usted porque sabe esto?
— Debo contarte algo — Tomo asiento delante de ella colocando el álbum en la mesilla que nos dividía.
— ¿Q-que? — Tartamudea.
— Tu mano — Susurro — En tu mano hay un anillo de oro blanco y en este estan inscritas nuestras iniciales "G & L" — Le digo esta me ve asustada y se lo quita para luego verlo.
— ¿Cómo sabe? — pregunta nerviosa.
— Tu y yo nos conocemos desde hace tiempo. Fue en la fiesta de tu cumpleaños casi para estas fechas. Ibas a hacer una pasantía en mi empresa ya que ibas a estudiar algo relacionado y de ahí surgió un amorío clandestino entre tu y yo. No fue algo de una noche, fue algo que para su corto tiempo se tornó muy intenso, para ser exactos tres meses que para mi fueron los mejores de la vida — Tomo el álbum y se lo tiendo — Ahí irán apareciendo unas fotos de los dos. Más tuyas claramente — Río leve — Luego de esto decidimos no contarle a tu padre puesto que tenías miedo que el rompiera nuestra sociedad o me hiciera algo por tu ser menor de edad — Le cuento.
