𝑀𝑖 𝑈́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑜 𝑆𝑢𝑠𝑝𝑖𝑟𝑜 ★Taekook.

parte única.

Y allí se encontraba Jeon Jungkook, con el mundo hecho pedazos y su corazón en la mano.

Preguntadose un porqué, porqué el mundo le había arrebatado al ser que más amaba en su vida, ¿Por qué? En el momento en que él se fué el mundo de Jungkook desapareció, sintió que todo se acababa, le faltaba su otra mitad.

Ahora era un alma triste suplicando encontrarse de nuevo con su alma par.

Sus ojos estaban inundados en las lágrimas de dolor, observaba tan distante aquella tumba frente a sus ojos, donde yacía descansando el amor de su vida.

Se preguntaba porqué se llevaron a Taehyung y no a él, él era el que debía sufrir eso, pero pareció que su novio lo pago por él, se llevó eso que lo hacía sonreír desde el primer momento en que abría los ojos hasta en el último respiro del día, sin él se sentía tan triste y perdido, ya no sabía ni quién era él mismo.

Cada noche que lo recuerda se le hinchan sus pequeños ojos, soltando lágrimas cada que veía al chico en sus recuerdos, con esa sonrisa cuadrada que lo dejaba perdido.

Él quisiera encontrar alguna forma para ir al cielo y abrazar a ese chico que tanto amaba, él rezaba cada noche pidiendole al cielo que le regalara aunque fuese un segundo para hablar con su ángel.

No importaba cuanto lo intentaba, en todos lados veía la silueta de aquél chico y escuchaba el eco de sus escandalosas risas, esas que ya no oiría nunca más. Quería tener tan solo una oportunidad de poder verlo de nuevo, sentía que el mundo se burlaba de él, ya que a dónde fuera algo le recordaba a aquél chico alegre y risueño que alguna vez tuvo entre sus brazos.

Todos trataban de animarlo, de verlo feliz pero ya nada funcionaba, ya no era feliz, porque le falta su voz para sonreír de nuevo.

Estaban en lo correcto debía seguir hacía adelante, pero era tan difícil dejar atrás a alguien que amó como nunca en la vida volvería a amar a nadie más.

La ausencia de ese chico se reflejaba día y noche en los cristalinos ojos de Jungkook, que lo tenía a él entre los mejores recuerdos de su vida, y se arrepentía de no haberle dicho tantas cosas cuando lo tenía con él, se arrepentía de no haber aprovechado más el tiempo, se arrepentía de cada momento que dejó sin importancia, se arrepentía, porque ahora solo quisiera volver a ese tiempo y aprovechar cada cosa que viniera de su amado Taehyung.

Y fué ahí donde se dió cuenta que un recuerdo no puede darle un abrazo, un recuerdo no traerá a la vida eso que ya se perdió, un recuerdo no le regalara un último beso, un recuerdo es lo que domina su mente, y ya no sabe qué sentir, no sabe si debe sonreír o ahogarse en llanto.

Se quedó con tanto que decir, ahora esas son cosas que solo puede susurrar mirando al cielo, con la esperanza de que tal vez en el lugar donde esté su amado, pueda escuchar que en la tierra hubo alguien que lo amó con toda su existencia.

Vivía esperando volver junto a él, fueron dos almas separadas que rogaban estar juntas, él quería irse ya para volverlo a ver, siempre imaginando esa sonrisa brillante que nunca desapareció del rostro de su amor.

Siempre miraba desde la ventanilla de su alcoba imaginado volver a verlo pasar en la madrugada, lanzando piedritas para llamar su atención y así escapar juntos a algún lugar donde pudieran entregarse siempre su mutuo amor y respeto, esperando verlo sonreír atravez del cristal llamándolo con su mano, pidiendole que baje a darle un beso.

Y ahí supo cuanto duele el peso de una despedida, se decía que un día lo vería una vez más, que él tan solo estaba durmiendo, que no sería la última vez, que al despertar la pesadilla desaparecería, y él volvería a besar la punta de su nariz así como antes cuando ese gesto lo llenaba de paz, soñaba con que un día volverían a ser una sola alma, viajando juntos a un hermoso y mágico lugar, pero sabía que no sería así, y solo preguntaba porqué no lo llevó junto a él, se fué y lo dejó atrás.