me gusta lo simple ; wosani

parte unica

-me gusta lo simple, que me llame drogad(o) si sale lo' finde-

El celular de Oliva sonó, tranquilo lo tomo y sonrio al ver el nombre de "dani" en el identificador de contacto.
Deslizo hacia arriba aceptando la llamada.

"Hola?"  Dijo el morocho, escucho un suspiro de la otra parte.

"Hola valu, me venis a buscar?" La voz gruesa del teñido, sonaba cansado.
Sabia que habia salido de joda, como todos los sabados, lo conocia de memoria.

"Si amor, por donde andas?" Miro toda su habitación intentando ubicar las llaves de su auto, escucho como el otro contestaba "bueno bebe, esperame" corto la llamada, tomo una campera, se la colocó y salio para la dirección indicada por el menor.

-sin hablar solo fumar y a los ojos verte-

me pasas fuego valu?- hablo el menor colocando el cigarro de marihuana entre sus gruesos labios, hipnotizado Oliva asintió y le entre el encendedor en su mano. El menor encendio el cigarro, le dio una calada, y solto el humo de la forma mas erótica posible.

Veía como el ojimarron fumaba y miraba por la ventana de su habitación, estaba con unas copas de más encima y un poco dormido.
Amaba lo simple que era, con poco estaba bien.

-comparti lindo- le dijo al oído y quito lentamente el cigarro de los dedos de Daniel para fumar el. Dan simplemente volvteo su cara para ver como el morocho fumaba, tan cerca, sentia el calor que emanaba el cuerpo de su "amigo". Los labios anchos de Valentín llamaban a Daniel, necesitaba besarlos.

-el sabe que hacer, negro, esa curva sirve-

El que encaro fue Valentín, solatando el cigarro y tomando las mejillas del contrario, uniendo sus sueves labios a los suyos. Formando un beso tranquilo, acariciando un poco con la punta de su lengua los contrarios, chupando su labio inferior y dejando piquitos.

La tranquilidad poco a poco se fue y la remplazó la excitación, el ojiauzl metio su lengua en la calida y tomo de los gorditos muslos a el mas bajo, apreto entre sus manos el interior de sus muslos, lo aslo un poco colocándolo arriba de su regazo.
Siguieron besandose, Daniel se frotaba con calma arriba de la entrepierna del mayor.
El teñido sabia que hacer.

-pero ya no pude verte, fue porque caí preso-

Enredado en sus sabanas blancas desperto el morocho, sonrio al recordar todo lo que anoche habia pasado, pero su sonrisa se desvaneció al notar que daniel no estaba junto a el.
Miro por todo su alrededor y no lo encontraba, era obvio que se habia ido.
Le dio inicio a su habitual rutina, desayunar en un lugar de cominda rapida y fijarse que hacer para no morir de aburrimiento.

"Hola tenes cogollos? Un conocido me dijo que vendes unos cogollos buenísimos" leyo el mensaje de un número desconocido, respondio que si y tuvo la típica y monótona charla de siempre cada que tenia un nuevo cliente.
Lugar donde se encontrarian para entregarle lo pedido, precio y esas cosas.

{...}

Todo iba exelente, ya tenia su plata contada en su mochila, contento en medio de la ciudad caminaba Oliva.
Eran las 1:23 de la mañana, esperaba que apenas llegue a su casa un par de horas despues lo llame Ribba, y se repita lo de el dia anterior, ya lo extrañaba, extrañaba su hermoso cuerpo y personalidad.