31 - LORIE

90 15 13
                                    

Draco

Estoy viendo demasiadas cosas raras en el jardín y eso es algo que me preocupa. Por un lado, la actitud de Lorie. ¿No se suponía que estaba enamorada del elfo? ¿Entonces por qué ha saltado sobre el lobito ese como si fuera el hombre de su vida? Empiezo a pensar que mi hermanita tiene un problema mental severo y que paga todas sus frustraciones con Christen porque si no, no se explica.

Por cierto, ¿de dónde ha salido ese lobito? No me ha gustado como miraba a mi hermana Christen. Y aún así, me parece mejor que Kael para ella. Empiezo a pensar que cualquiera me gustaría más que él.

—¿Quién es ese? —pregunta Ángela por lo bajinis.

Miro hacia donde ella me indica y veo a Kael agarrando por el cuello a Luke mientras el lobito se apresura a consolar a mi hermana. Eso me hace gracia. No sé que pretendería el imbécil ese, pero está claro que a Christen defensores no le faltan.

—No tengo ni idea. Sólo sé que es un lobo. ¿Por qué lo preguntas?

—Por nada —responde avergonzada. Eso me arranca una tierna sonrisa. Me encanta verle así —. Es sólo que hace un rato estaba con Lorie y ha corrido a defender a Christen. Eso me ha extrañado, aunque no sé porqué, creo que no hacen mala pareja. ¿No te parece?

Una risilla se me escapa. Ha pensado exactamente lo mismo que yo.

En ese momento veo como mi hermana entra en la casa y Lorie va tras ella. No puedo evitar tensarme, aunque... Tal vez sólo vayan a hablar. Sería lo lógico en estos casos.

Decido no darle importancia y continuar con mi labor. Si ocurre algo entre ellas, estoy seguro de que Christen me avisará y estoy muy cerca de la puerta.

Ya ha pasado casi todo el instituto, pero todavía faltan varios por llegar. Suspiro. Menos mal que mañana es el funeral y éste se producirá en la más estricta intimidad. Aunque aún queda la coronación de mi hermana y todo ese rollo. Está claro que todavía tengo que esperar para poder descansar con tranquilidad. Siempre y cuando no suceda lo que me estoy temiendo. En ese caso... Para días hay.

—¿Qué le pasa a Lorie?

Me sorprendo al escuchar la voz de Ángela y me vuelvo para ver a Lorie corriendo hacia el bosque tratando de contener las lágrimas. ¿Qué demonios ha pasado ahí dentro?

Por desgracia, no puedo moverme de aquí, pero se me ocurre una idea.

Drogo, ¿estás por ahí?

Sí. En el buffet.

Me vuelvo hacia allí y me entra la risa al verle en una esquina rodeado de tetrabriks de sangre vacíos. ¿Pero cómo puede ser tan goloso?

Escucha atentamente. Lorie se ha ido hacia el bosque. Ve tras ella a ver qué le pasa.

Inmediatamente.

Hace un saludo militar y sale corriendo hacia el bosque, lo que hace que tenga que contener una carcajada. Es genial de verdad. Y muy útil, para que nos vamos a engañar.

Un poco más tranquilo, me concentro en mi puesto. La verdad, me gustaría ir a ver cómo está Christen, pero conociéndole, si ha discutido con Lorie casi es mejor dejarle sola. Quiere demasiado a esa pequeñaja caprichosa.

—Lamento mucho lo que les ha sucedido a tus padres.

Levanto la vista para encontrarme con el lobito que me ofrece su mano con cara de sentirlo de verdad.

—Gracias —contesto estrechándosela —. ¿Y tú eres?

—Soy Rufus, hijo del alfa de la manada del norte. Por desgracia, mi padre no ha podido acudir y me ha enviado en su lugar. Déjame decirte que la muerte de tus padres es una gran pérdida. No sólo para vosotros, sino para todo el mundo sobrenatural.

DC XII:LA REINA DEL MUNDO √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora