Capítulo 4
Después de escuchar a Florencia hablar una hora más sobre sus aventuras del día de hoy, se despidió de Nikki y nos fuimos a la habitación para ponerle pijama y acostarla.
- ¡Casi se me olvida mamá! Te compré algo. – Corrió a buscar algo en el bolsillo del pantalón que había estado vistiendo hoy.
- ¿Qué me compraste? – Traté de mirar pero ella lo escondió.
- Toma – Me entregó algo envuelto en una bolsa pequeña y se acostó de nuevo.
- No sé qué es pero me encanta – La besé.
Desenvolví la bolsa y un collar de conchitas salió de ella.
- ¡Lo amo! – Abracé a mi hija y mis ojos se llenaron de lágrimas.
De pronto lo entendí.
Nada podía salir mal porque ella estaba conmigo.
Dante me había dado lo que yo siempre había querido. Era ella.La abracé muy fuerte y la acosté. Cantamos, leímos un cuento y sólo me levanté de la cama cuando noté que su sueño era profundo. Cerré la puerta, y me dirigí al balcón donde Nikki me esperaba hace 20 minutos.
- Toma – Me pasó una copa de vino – Creo que lo necesitas.
La tomé de un sorbo y se la pasé para que la rellenara.
- ¿Cómo fue? – Pregunté sin mirarla.
- Estábamos por volver cuando recordé que debíamos comprar pan para desayunar mañana. Flo insistió en bajarse conmigo así que fuimos al supermercado y Camila nos esperaba en el auto.
Respiré nerviosa (o ansiosa). Ya no lo sé.
¿Se puede respirar nerviosa?
- Estaba pagando lo que habíamos comprado cuando a Flo se le ocurrió que quería comprar otra cosa – Toqué inmediatamente el collar de conchitas que mi hija me había dado minutos antes.
- Ése bendito collar que tienes puesto ahora. Le dije que fuera a buscarlo y la esperé en la caja. Ahí fue que sentí que alguien me observaba. –
Respiré cuando ella terminó. No me había dado cuenta que estaba aguantando la respiración.
– Le grité a Cami que ya estábamos listas y cuando me giré, lo vi -.
- Ay ya sigue, ¿Por qué te detienes? – Le pegué en el brazo.
-Au, quieta zorra. Era para darle suspenso. – Se rió – Cuando me miró justo llegó Flo y dijo "Lo tengo" con el collar en una bolsa. Yo la tomé de la mano y salimos corriendo. – Se giró bruscamente hacia mí. – Ahora que lo recuerdo, ¡no pagamos el collar! – Se tapó la boca con sus manos en señal de sorpresa – La puta madre no vamos a poder ir a ése supermercado otra vez. –Bebió otro sorbo y yo reí.
- Tenemos que ir a pagarlo mañana. – Le dije.
- Que pesada. Le quitas toda la diversión al asunto.- Se burló - En fin... hubieses visto su cara. Era como si hubiese visto a un fantasma. Como si quisiera decirme algo pero no le salían las palabras. Como si no supiera quien era y estaba tratando de recordar de donde me conocía, no lo sé... fue raro. Pero salimos tan rápido que no sé qué habrá pensado en verdad. De verdad lo siento Alex. Ni siquiera me había dado cuenta que era él hasta que se quedó mirándonos fijamente. – Ni siquiera tomó aire. – En cuanto vi que nos vio, tomé a Flo y salimos rápidamente. Lo prometo.
- Amiga respira – La tranquilicé. – No es tu culpa. Vinimos aquí para eso, ¿Recuerdas? – Dije y me serví yo una copa ya que ella la había dejado ahí, vacía.
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Bajo la luna llena
RomancePrólogo Había intentado escribir muchas veces y siempre lo dejaba a medias. Esta vez era distinto pues me sentía lista, estaba lista. ¿Han vivido uno de esos amores que por más que quieras no puedes terminar? ¿Esos amores que no puedes sacar de tu...