° | Hijo de la Luna | ° | TaeKook | °

Luna Llena

Notas de la autora:

A veces me da por rescatar One-Shot y convertirlos en algo más, definitivamente puede que me arrepienta de hacerlo con esta historia, pero bah, he hecho cosas peores~

Esta historia pertenecía a los One-Shot presentados para el fictober 2019, pero debido a que el universo me gusto bastante decidí traerla de nuevo y con una sorpresa en la segunda parte de esta historia, espero de antemano que sea de su agrado~

Advertencia: Sí alguien es delicada con el tema del incesto (entre hermanos) por favor pensarse dos veces antes de leer, los personajes no son hermanos de sangre, pero fueron criados como tal y eso puede ser un poco chocante para algunas, lo hice ligero y argumentado para que sea soportable, pero están advertidas de igual forma~

Dicho todo...

C'mon~

~*~ Luna ~*~

Hijo de una gitana piel canela, con el cabello de color carbón, los ojos profundos y los labios rojos como cerezas.

Hijo de un marinero piel ébano, con el cabello encrespado, ojos astutos y los labios gruesos del color de las ciruelas.

Hijo de una mujer y hombre como la noche. Él era en cambio como la luna.

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Taehyung siempre había sido observado, señalado y hasta cierto punto repudiado en el pueblo donde vivía. Los niños eran apartados de él por sus padres mientras se susurraban historias de magia negra y maldiciones.

Pero él era un niño común y corriente, y por supuesto, jamás notó aquello que se susurraba a sus espaldas.

En cuanto a la gente, él nunca necesito a nadie, solo a él, solo a su pequeño hermanito Jungkookie.

Su familia era pobre, dedicada al campo y a la pesca, su madre era una belleza campestre con el cabello lacio y negro. Su padre un pescador y un monstruo de las cosquillas con la sonrisa más agradable y sincera que existía en el mundo.

Y Jungkook, bueno, Jungkook era un ángel. Un hijo de la noche con las galaxias salpicadas en sus ojos negros. Taehyung lo adoraba y Jungkook lo adoraba a cambio.

Debido a los males que se susurraban en el pueblo y al stigma con el que Taehyung fue marcado sin alguna excusa válida, Jungkook y él crecieron como dos partes de un todo, unidos ante la adversidad y las críticas.

Taehyung era dos años mayor y Jungkook lo había admirado como a un héroe solo por esa corta brecha en sus edades, Kook se esforzaba por ser su fiel pupilo y Tae amaba ser idolatrado por su pequeño hermano.

El amor en su familia no le falto jamás, lo que compensaba por mucho el rechazo que sufría en el pueblo y así vivió sus primeros 10 años, en la ignorancia de un mundo que no lo toleraba y la felicidad más pura del hogar.

Cuando cumplió los 11 años su familia estaba en crisis, no había sustento posible y ellos empezaron a resentir las carencias de alimentos y medicinas. Cuando se sugirió la idea de que ambos hijos tendrían que dejar la escuela fue que su padre tomo una decisión más drástica.