Cap.2

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Después de una noche larga mi querido despertador decide levantarme. Aún me sentía cansada, pero no podía seguir durmiendo. Necesito ir a la universidad a entregar la matrícula ya que las clases comienzan mañana. Tomó una ducha y me cepillo los dientes. Busco en las maletas alguna de mis prendas y maquillajes (qué aún no e acomodado en el closet) me decido por unos jeans negros, una blusa roja y mis vans negras. Unto un poco de maquillaje y dejo mi pelo suelto con algunas ondas en las puntas. Veo el reloj y se me hace tarde así que decido irme sin desayunar para comer luego. Tomó un taxi y llamó a mamá.

-Cariño, hola! ¿Como estuvo el viaje?
-Pues como todos. Largo y aburrido (solo hubo una pequeña excepción) me digo a mi misma.
-oh Katherine, para ti todo es aburrido. Pero en fin, cuéntame ¿cómo te está yendo?
-por ahora bien, estoy llegando a la universidad mamá hablamos luego,te amo.

Al ver la universidad me asombro, es tan enorme y a la vez elegante. No puedo creer que valla a estudiar aquí. Estoy más que convencida de que esta nueva vida me hará quedarme para siempre. Mientras camino a la oficina, choco con alguien haciéndome tambalear y casi caer al suelo.

-lo siento no te vi- es una chica de piel blanca, ojos azules (muy azules por cierto ) y cabello rubio.

-tranquila, la culpa fue mía- digo, porque de cierta manera lo fue. Ella me observa muy tímida y para que no se sintiera más incómoda por solo un accidente decido presentarme. -soy Katherine y tú eres?

-Sofía, y lo siento nuevamente- al ver que hace un movimiento para irse la detengo.-Sofía! Me podrías llevar hasta la oficina. Soy nueva y nose aun donde esta ubicada.- Claro! (Me sonríe muy amable)

-entonces Katherine ¿qué carrera estudiarás?
-estudiaré Zoología. Amo los animales y me encantaría poder trabajar en un Zoológico y así cuidar de ellos.
-es increíble. A mi me gustan los conejos.

Comienzo a reír y ella me observa apenada. No es que me cause gracia el que le gusten los conejos, si no en la manera en que lo dijo y lo tierna que es.

-me disculpo, no quiero que me malinterpretes. Es solo que me causó ternura. Por lo que veo eres una chica tranquila, y eres súper amable así que espero y podamos ser amigas. No conozco a nadie aún, excepto a un chico engreído que conocí en el avión, y que para mala suerte estudia aquí.

-¿enserio?, ¿Y cómo se llama?

-Eiden, Eiden Western

Ella pone cara de asombro y luego comienza a reír-. La miro detenidamente, y me pongo a pensar en que dije para que le causara gracia.

-¿de que te ríes?

-Eso la hizo reír un poco más. Así que me pongo un poco seria y la miro fijamente para que me responda.

-lo siento, es que me causo risa en la manera en que te expresaste de Eiden.

-¿lo conoces? (Pregunté)

-claro que lo conozco, es mi hermano.

-En la madreee!- algo pasmada la miro, pero de todos modos no cambiaré mi manera de pensar.- En realidad me sorprende que lo sean, no se parecen en nada, y más que tú eres muy tierna y el es tan, tan el.

-Bueno Katherine fue un gusto conocerte, aquí es la oficina. Me encantaría acompañarte pero me tengo que ir.

-El placer es mío, espero verte mañana y muchas gracias.

Entro a la oficina y me atiende una señora ya algo mayor.

-buenos días! Vengo hacer la entrega de matrícula.
-claro! Tome asiento. ¿Cual es su nombre señorita?
-Katherine Williams
-Bueno Katherine solo necesito que me firmes esta información y aquí te hago entrega del horario de clases.
-Muchas gracias, que tenga buen día

Del chico que me enamoré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora