¿Dónde está mi hermano?

Capítulo 40

(Narra Azul)

Baje las escaleras para cerrar las cortinas ya que se había hecho de noche. Y además no tengo ni idea de donde pueden estar Claudia, George y los demás.

Comenzó a sonar el teléfono de la casa. Camine hacia él y descolgué.

Azul: ¿Hola?

XXX: ¿Hola? ¿Azul?, ¿Eres tú mi niña?- hablo una ancianita.

Esa voz. Una sonrisa inevitable se me formo en los labios.

Azul: ¿Abuelita Tina?- hable emocionada.

Abuelita: ¡Mi Azulita!- chilló- ¿Cómo está mi nietecita?

Azul: Muy bien abuelita… ¿Y usted como ha estado?

Abuelita: ¡Bien!, aquí con tu abuelo Luis.

Azul: ¿y cómo está el abue…?- no termine.

XXX: ¡AGUSTINA! ¿¡DÓNDE MIERDA ESA MI PATO!?

Abuelita: ¿¡QUÉ VOY A SABER YO LUIS!? Búscalo bajo la cama.

Abuelito: ¿¡Qué no ves que ya estoy viejo como para agacharme!?

Abuelita: Hombre flojo no ma’- dijo dando un largo suspiro- Hace mucho tiempo que no podíamos comunicarnos con ustedes. ¿Y tu madre?

Azul: De viaje. ¿No le conto mi mamá?- fruncí mi ceño. No creo que Mamá sea tan mala como apra no avisarle a la Abuela.

Abuelita: ¡Ahh!, sí. Si me había dicho.- solté un suspiro de alivio.

Abuelito: ¡AGUSTINA POR LA MIERDA DONDE ESTA MI PATO!- gritó desde el otro lado.

Abuelita: No lo sé Luis.- dijo ya enojada.

Abuelita: suelta un rato ese teléfono y ayúdame a buscar mi pato para que nos vayamos de una vez.

Azul: ¿Irse? ¿A dónde van?- pregunte con intriga.

Abuelita: bueno, para eso llamaba mi niña. ¿Cree que nos pueda recibir por un tiempo en su casa?

Pensé por un momento mientras el Abuelo seguía alegando por su pato. Realmente no tengo problema que se ambos queden aquí. Podría pasarle la cama de mis Papis. Además la Abuelita cocina muy rico.

Azul: Eh… claro. ¿Pero por cuanto tiempo seria?-

Abuelita: no lo sé. ¿Un mes más o menos?, bueno mi niña, la dejo que su abuelo salió al bosque a buscar su maldito pato. Muchas gracias por recibirnos. Nos vemos en tres días allí. Adiós y gracias por recibirnos en su casa.

Sonó el pito advirtiendo que la llamada había terminado.

¿Un…? ¿Un mes?... Eso es mucho tiempo.

Azul: creo que tendré que llamar a Mamá y a Papá.

Luke: ¿y eso por qué?- pegué un salto al ver a Luke parado en medio de las escaleras observándome con ojos curiosos.

Azul: Luke, vas a conocer a los abuelos.- dije cruzándome de brazos.

Luke: ¿Y tenemos abuelos?- miro incrédulo-Llevamos aproximadamente un año juntos y me entero recién que tengo abuelos.

Azul: -Sonreí incómoda- tampoco había hablado yo con ellos. De hecho, creo que ni siquiera tenían teléfono- mire a un lado de la habitación pensativa- Mamá siempre se comunicaba con ella a través de cartas- me encogí de hombros.

Luke: ¿hace cuánto que no hablas con ellos?

Azul: Meses. Mamá sin querer perdió su dirección para enviarle cartas, y bueno… Eso, no había podido hablar con ellos desde hace tiempo.