Capitulo 1:Genesis

140 42 14
                                    

Hoy acabaremos con esta guerra maldita que luchamos durante muchos años por la supervivencia de la humanidad. Con voz elevada dijo Kori a todos sus soldados. – ¡ ganaremos, luchemos hasta el final! –. En ese momento Kori se puso a pensar en cómo llegó hasta este punto y con nostalgia empezó a recordar toda su vida...

Cuando solamente era un bebé la guerra había iniciado. Mi madre me contó que me había encontrado en un aeropuerto; abandonado, con miedo y llorando ya que sólo era un pequeño bebé. Mi madre, la única que consideré madre desde la infancia decidió salvarme ya que ese mismo aeropuerto se estaba cayendo, Mi madre pensó que era un ataque terrorista, pero era al peor, muchísimo peor. Estaba casi en las ruinas porque se estaba derrumbando .Toda la gente alrededor estaba muerta sólo quedábamos mi madre y yo. Mi madre pensó que solamente había pasado eso en aquel lugar destruido, pero cuando salió conmigo afuera del aeropuerto se sorprendió porque vio un paisaje oscuro, violento, con destrucción, algunos edificios derrumbados, automóviles quemándose, gente muerta por todos lados, entre otras cosas perturbadoras, y ese mismo paisaje se repetía todas partes, ella me abrazo fuerte y decidió ir a buscar provisiones, mientras yo lloraba tal vez de hambre.

Ella con las fuerzas que le quedaban buscó por todas partes, pero no encontró a nadie ¿qué es lo que había pasado con las personas en este mundo? Se preguntó angustiada, luego encontró un supermercado cerca del lugar con alegría y esperanzada en encontrar más personas vivas se dirigió hacia allá; pero se decepcionó no había nadie, así que sólo agarró provisiones para ella y para mí. Siguió su camino y encontró un teléfono de última tecnología tirado allí en la calle. Lo tomó y un poco temblorosa decidió llamar a las personas que mi madre conocía, nadie respondió ni siquiera las personas que vivían fuera del país, ¿no había nadie mas con vida? Con tristeza y pesadumbre siguió su camino ¿pero realmente había a dónde ir? La respuesta era inquietante.

En el trayecto Zaniah que así se llama mi madre escuchó un sonido muy familiar buscó con la mirada la dirección de dónde provenía aquel ruido, anduvo un poco hasta localizar el lugar preciso y vio un pequeño perrito atorado en los escombros; lo sacó y puso a salvo a aquel ser indefenso tanto como yo en ese entonces. El pequeño animal agradecido se acercó a ella con una mirada muy tierna, Zaniah con los ojos decaídos le vio con pena por que estaban solos en esta ciudad, sacó algo del bolso de provisiones y le convido al perro para que comiera, después de pensarlo brevemente decidió llevarle con nosotros en nuestra travesía.

Comencé a llorar muy fuerte mi madre se preocupó no sabía qué hacer ya que nunca había sido madre ni siquiera había tenido un hermanito no sabía nada acerca de cómo encargarse de un bebé. Ella asustada tocó mi frente y se dio la sorpresa que tenía temperatura, indudablemente tenía fiebre, preocupada sacó algunas medicinas que tenía en aquel bolso viejo y sucio me dio con un poco de agua. No cabe duda que las mujeres son previsoras.

Zaniah ya estaba cansada, su semblante demostraba la frustración gritaba con todas sus fuerzas ¡Hay alguien aquí! Lamentablemente nadie respondió a sus gritos ya no tenía más fuerzas para caminar hasta que su mirada cansada encontró una casa pequeña casi destruida y se encaminó hacia allá, completamente decidida empujó la puerta con una fuerte patada, la puerta se había rompió. Entró a una habitación de aquella pequeña casa en donde colocó me coloco junto a ella y me dormí; mientras el perro agradecido por la compañía y la comida se había quedado dormido en la puerta de aquella casa cuidando.

No lloré, o tal vez mi mamá no lo recordaba por el cansancio, el esfuerzo realizado y la angustia de encontrarse sola, de saberse desamparada. El miedo y el sueño la vencieron y durmió sin sobresaltos, se sabía sola y no había ningún indicio de que alguien fuera a atacarnos o intentar hacernos daño.

Al día siguiente, mi madre despertó con una gran inquietud sin abrir los ojos, pensando silentemente que todo lo que pasó el día de ayer había sido una pesadilla. Con miedo ella abrió los ojos lentamente, decepcionada vio que todo era verdad .Mi madre me vio con cariño y decidió llamarme Kori que significa "esperanza" ese nombre le traía tranquilidad en esos momentos tan horribles de desesperación que estaba pasando. Me vio con la mirada más hermosa que puedan imaginarse y sonrió.

Aun somnolienta vio a los costados y encontró su bolso, lo abrió y preparó mi leche dispuesta a irse lo más rápido de ese lugar casi en ruinas, al salir vio aquel perro que había rescatado el día anterior. Le dio la leche que sobró y el perro emocionado y hambriento tomó la leche como si fuera a ser su última comida y decidió seguir a mi madre en esta travesía.

No podían vivir más en esa cuidad porque estaba destruido y el humo, putrefacción y olor a muerte nos iban a hacer daño sobre todo a mí. Caminó decidida a irse fuera de la cuidad. En el camino un perro rabioso nos vio, decidido a atacarnos el perro nos siguió con furia y como si quisiera comernos, mi madre sin pensarlo salió corriendo de allí conmigo y el pequeño perro en manos, nos metimos a una casa corriendo de aquella bestia infernal, vio un hacha que estaba en piso , dejando en el suelo al perro y a mí , agarro el hacha con las dos manos y corto la cabeza a esa bestia ,ella decidió llevarse el hacha pensando que tal vez le serviría en algún momento. Caminó por más de ocho horas hacia el oeste el sol era inclemente y hacía estragos en ella que se sentía desfallecer; siguió caminando hasta que encontró un bosque. Era un lugar perfecto había muchos árboles, aire puro, agua y un lugar seguro para vivir, ya que aquel bosque ella conocía solo había animales tranquilos y plantas con bellas flores y frutos abundantes.

Poco tiempo después ella con el hacha de combate taló algunos árboles para hacerse una casa, mi madre era una mujer muy fuerte, pero tardo semanas en lograr su cometido pues se encontraba sola. Por algún tiempo solo dormíamos bajo la de los árboles incluyendo al fiel perro que para ese entonces ya le había puesto por nombre Danke; alumbrados por el fuego que ahuyentara a los animales salvajes y Danke que estaba atento a cualquier ruido inquietante. Mientras estuvimos a la intemperie era una preocupación continua la lluvia porque eso les arruinaría todo, podríamos enfermar e incluso morir, etc.

Pocas semanas después la casa estaba lista, era una pequeña casa de madera en donde solo podían habitar apenas dos personas. Mi madre con angustia se estaba preguntando ¿qué había pasado con las personas? ¿Por qué la cuidad estaba destruida? ¿Por qué nadie contestó a sus llamadas?

Mi madre sabía que la comida se tenía que acabar tarde o temprano así que ella se propuso ir a la ciudad ,dejarme dormido en ese montón de hojas que hizo como cama dejándome en la noche al cuidado de Danke ,porque posiblemente me enfermaría en toda esa contaminación de ese lugar siniestro y ella fuera ,a la cuidad a buscar herramientas de agricultura , pero tenía mucho miedo al dejarme solo, pero no había de otra ya que si no iría mi madre íbamos a morir .Y ella decidida en que fuera ya que no hay de otra, en la noche me hizo tomar mi leche después le dio comida a Danke, mirándole a los ojos le dijo cuida a mi hijo es todo lo que me queda ,Danke se puso en la puerta y vigilo toda la noche al parecer el perro le había entendido a mi madre .Después fue aquel lugar acompañada de aquella hacha como seguridad que llevo en la mano.

En la mañana siguiente ella volvió sana y salva con mas provisiones y algunas otras cosas, Danke al verla labro con alegría, pero mi madre le dijo Danke silencio kori podría despertar y fue sigilosamente fue a su cuarto donde estaba yo y me vio aun dormido. Mi madre se acostó a mi lado y durmió plácidamente algunas horas conmigo ya que aun no despertaba, pero de pronto desperté en llantos y mi madre me hizo mi comida y me dejo en mi cuarto jugando con Danke, En la tarde mi madre había hecho un pequeño huerto improvisado, sembró las semillas de las frutas que había comido y que había estado secando y guardando con la ilusión de que algún día crecieran y sobreviviéramos con ellas.

Al siguiente día ella hizo algunas trampas para animales salvajes que había traído de la cuidad, Ella sabía que solo no podríamos sobrevivir con solo verduras y frutas y busco animales. Buscó y buscó por todas partes llevando algunas cuerdas, de pronto encontró algunas vacas que posiblemente se habían escapado de alguna granja, había cinco vacas en total y se las llevo con ella cerca de la casa lo amarro a las vacas en un árbol y después se fue a su habitación, cansada y con sueño mi madre se durmió después de acabar con el trabajo, no sin antes alimentarme y dormirme.

Al despertar mi madre agarró algunos palos e hizo un pequeño coral en donde puso a las vacas. Ella vio que ya se estaba acabando mi leche, quería ordeñar las vacas para mí, pero mi madre no sabía como ordeñar una vaca así que intentó e intentó, aunque en la tarde por fin pudo sacar un poco de leche, pero a un costo muy alto, mi madre estaba herida por que las vacas le habían lastimado. Todo lo que hacía por un bebé que ni siquiera conocía ella me cuidó como una verdadera madre y le estoy agradecido. Sin duda lo estoy.

yin yan la ultima esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora