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— ¡Basta Scott! — seguía gritando Happer mientras era arrastrada y las garras de él se clavaban fuertemente en su piel.

Scott seguía arrastrándola, trato de agarrarse de lo que iba encontrando en el camino pero nada funcionaba. Estaba desesperada, su pierna dolía demasiado, ya se había golpeado la cabeza tres veces ¿Por qué tenía Scott hacer todo esto y no matarla rápido?

— ¡Ya basta! — su voz se quebró por el llanto acumulado en su ser.

Y Scott se detuvo, seguía clavándole las garras pero ya no la arrastraba. Happer lo miro, esperando a que una vez por todas la matara.

— Scott— Happer había susurrado.

De un momento a otro ya le había soltado el agarre para tirársele encima y enterrar la cara en su cuello. La respiración se le corto ¿Quién iba a pensar que iba a morir así? Antes ella pensaba que moría muchos años después, quizás de anciana ya cuando su corazón no funcionara bien o algún accidente. Y no por un chico que le iba a succionar toda la sangre.

— Por favor...

No dijo nada más, Scott ya había clavado sus colmillos en su cuello. Chillo por el dolor, las lágrimas que había estado reteniendo, salieron sin permiso alguno. Más dolor vino y arqueo la espalda por ello.

Sus manos inconscientemente se dirigieron al cabello blanco de Scott, jalándolo para que la dejara, fue un acto de sus instintos. Ella no había querido hacer, eso solo provoco que Scott gruñera y hundiera sus colmillos más.

Solo esperaba que Betty estuviera bien, que las demás pudieran derrotar a Linda, que sus padres no la extrañaran y que todo en Orbis volviera a la realidad.

— Oh Happer, sabes demasiado bien— escuchó decir a Scott cuando se separó de su cuello dándole un pequeño respiro. — Sabes increíble y tu olor...— Happer dejo de escuchar, sus oídos se taponaron y cerró los ojos, esperando.

Cuando sintió una presión en los labios abrió los ojos ¿En verdad Scott le estaba besando con desesperación o era que ya estaba alucinando? Sin poder creerlo sus manos se deslizaron hasta las mejillas de Scott y este puso sus manos sobre las de ella queriendo fundirse en su piel.

Okay... eso no lo esperaba, fue algo muy innecesario por parte de Scott ¡Ya mátame! Quería gritarle que dejara jugar con ella. Aunque viéndolo por otro lado, lo distraía y así no interfería con las chicas.

Cuando Scott se separó sintió como su mundo se iba, todo comenzó a ponerse negro, no sabía si había cerrado los ojos o que. Si esta era la muerte, ella la recibía con los brazos abiertos.

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