Capítulo 1: La Dama de Rojo

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La presencia que una persona puede causar entre la multitud puede ser inmensa, robando la mirada de todas aquellas personas sin importar si eres hombre o mujer tu atención estará enfocada en esa persona. En un día cálido, el Hotel Wood Internacional, lugar que se caracterizaba por sus lujosos pasillos y habitaciones, contaba con cincuenta pisos, en el loby habían tres salas de espera para su registro en una habitación, cada sala contaba con muebles blancos con un conjunto de cojines de rojos y blancos y otros floreados, una mesa de centro negra y dos sillas acolchonadas de tela roja que combinaban perfectamente con el lugar, pues las paredes blancas y el piso con azulejos que formaban grandes círculos rojos, en el techo las lámparas eran pequeñas luces que colgaban como lluvia e iluminaban el lugar, algunas pinturas abstractas colocadas en las paredes y un aroma relajante con música de jazz que hacían la espera más acogedora.

De pronto la puerta del hotel fue abierta por una dama que poseía un gran porte, un vestido rojo con piscas brillantes con escote en su espalda, con un largo hasta sus rodillas, con su cabello totalmente negro y liso, caminaba con gran seguridad por el lugar con sus tacones de aguja negros de Louis Vuitton, robando la mirada de las personas que se encontraban en el lugar y mas que un suspiro ante su belleza, pues su estatura de un metro ochenta no se quedaba atrás. Al llegar a la recepción mostró su tarjeta premium del hotel y mencionó tener una reservación en el piso cuarenta, el recepcionista embobado por su belleza y con nervios tomó la tarjeta para verificar su reserva y casi titubeando respondió.

- ¡Es un placer tenerla de nuevo señorita Hela Wong! — el rostro del recepcionista evidenciaba la lujuria que sentía por ella —.

- ¡Muchas gracias! — respondió amablemente — Y ten cuidado de no tener una erección.

El joven quedó avergonzado y sin saber que responder, pues no esperaba la reacción de ella de esa manera, pues Hela era muy perceptiva con las personas que le rodeaban y comprendía muy bien el lenguaje corporal de las personas e identificaba sus intenciones. Ella se retiro a tomar el ascensor para ir a su habitación, una vez ahí procedía a entrar cuando de pronto escuchó la voz de un hombre que la llamaba, resultaba ser uno de los invitados al mismo evento que ella iría, él le saludo con un beso en la mano y se mostraba sorprendido al verla en el hotel. Hela fue sutil al decir que no quiso que las personas supieran de su presencia en el evento y esperaba que el fuera discreto con el tema y el sonriendo dijo que no habría problema, incluso bromeo insinuando que la discreción era por motivos de algún pecado era comprensible.

- ¡Oh Darren, es una pena que nadie quiera pecar contigo! — ella abrió la habitación y se despidió cuan victoria merecía —.

Sus maletas ya estaban en la habitación, pues ella hacia el envío antes de sus pertenecías para no llevarlas ella, las paredes eran de color crema y la alfombra de color negro, la cama tenia sabanas beige y doradas, un pequeño escritorio de madera de caoba en donde estaba la carta del hotel, pequeños sillones y la TV, por la ventana el paisaje hacia la cuidad que durante la noche era simplemente bello. Procedió a tomar una ducha, por lo cual llenó su jacuzzi y lentamente se quitó el vestido dejándolo caer en el piso, con gran delicadeza entro a tomar su baño y recostada con los ojos cerrados recordó lo sucedido antes de llegar al hotel.

Ella sostenía una copa de champan en su mano, veía el panorama desde el balcón del hotel en que se encontraba, por su espalda se acercó un hombre para abrazarla, alto y de ojos azules, con barba y cabello lizo con corte formal, se veía que ejercitaba su cuerpo y su piel estaba bronceada, al acercase le susurro al oído “Tu eres de los placeres de la vida”, con un beso apasionado ella giró para estar de frente y él la tomó de la cintura, ambos se dirigieron a la habitación mientras él la despojaba de su ropa y con sus manos recorría todo su cuerpo, palpando todo aquella maravilla que iba a disfrutar pues su sed de placer aumentaba cada vez más haciendo que rompiera si camisa para quitársela y los botones salieron volando por toda la habitación, comenzó a besar el cuello de Hela y lentamente bajaba en dirección de su pecho mientras retiraba el sostén, comenzó a jugar con el pezón de ella con su lengua provocando que la excitación de Hela fuera en aumento y soltara un gemido leve, el comenzó a recorrer su estómago mientras que con sus manos retiraba lo que quedaba de ropa interior y con delicadeza comenzó a introducir sus dedos para estimular su punto G, en la habitación se lograban escuchar los gemidos de Hela y el hombre misterioso sucumbía a tan armoniosa melodía. El se despojó de su pantalón y luego introdujo un segundo dedo, recontándose al lado de Hela comenzó nuevamente a lamer el pezón y mover con mas facilidad los dedos, todo lo que podía hacer era disfrutar de ese momento lleno de deseo sexual, tomo a Hela e hizo que ella se subiera sobre él mientras le daba un beso de lengua, sedientos como si se tratara de un juego de vida o muerte. Ella bajo dispuesta a realizar un sexo oral tomando con firmeza el pene y tocando el glande con su lengua para comprobar la sensibilidad que él sentía pues los gestos que él hacia al sentir tal sensación dio luz verdad para que Hela introdujera el pene en su boca y comenzara a jugar con su lengua pasándola por el glande, ahora los gemidos en la habitación eran emanados por aquel hombre desconocido. En medio de tan acalorado momento, el hombre tomó a Hela para poder penetrarla, el grito de placer excito más el momento y el vaivén comenzó a acelerar su ritmo, se podía ver el placer en el rostro de Hela y sus contantes jadeos hacía de aquel acto un momento de placer sin igual.

Aquel recuerdo de placer fue interrumpido cuando Hela escucho que la puerta de su baño se abría y al ver un hombre vestido de negro y con el rostro tapado, no tuvo tiempo de reaccionar, recibiendo varios disparos que le arrebataron su vida y el agua del jacuzzi se tornó roja de la sangre. Al día siguiente la noticia en los periódicos y medios de comunicación con el titulo La Dama de Rojo, pues Hela termino en un baño de sangre. Aquel misterioso hombre con el que el placer hizo que pecara apasionadamente tenía una esposa y al enterarse de la infidelidad de su marido, mandó a poner fin a sus encuentros.
Nunca visites la casa que ya esta ocupada, puede que la persona defienda violentamente su casa, las desgracias ocurren y la muerte siempre visita a cualquier hora del día.

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⏰ Última actualización: Apr 18, 2020 ⏰

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