Amanecí. Muy tranquila hasta que me dio hambre, 30 segundos después de abrir los ojos, mi estómago sonó. Me limpió y me visto rápido para ir al comedor. Esta casi vacío solo hay pocos alumnos pero cuando me vieron se retiraron... ¡Mejor para mí! ¡Debo comer todo lo que pueda! Para poder entrenar... ¡Ah! Veo a la deliciosa sirvienta de pelo negro... ¡Por qué pienso eso y de esa manera de una persona!... ¡Ah! ¡Mejor la llamó y preguntó su nombre así tal vez me calme!
-¡Sirvienta!
(...)
Hubo una vez una sirvienta llamada Siesta que creció en un pueblo llamado Tarbes. Salió de casa para tener una mejor calidad de vida. Y lo tuvo pero ayer se arrepentio. Pues una noble de pelo rosa la deseaba no de la forma algo sana y tradicional.
¿Cómo sé eso? Muy simple. Yo soy esa sirvienta. Y esa noble me desea. No por lujuria sino por gula... ¡Me quería comer! ¡Por el Fundador! ¡Por Buda! ¡Sus ojos y sus dientes de carnívoro lo decían! ¡"Te ves deliciosa"! ¡Eso me aterro! ¡Y como comía la comida que tenia al frente de ella!... Es traumatico recordarlo. Y su familiar es igual que ella, no sé cómo funciona los familiares, pero como salió de ella literalmente.
De cualquier forma, ambos son aterradores. Por suerte no está actualmente en el comedor, acabo de poner estos platos en la mesa y me voy de aquí. Trataré de estar lo más alejada de ella. Hasta mi renuncia... ¡Ya quiero volver a ver a mi mamá!
Y como si el mundo quisiera verme sufrir entro esa demonio de pelo rosa. Los demás pocos alumnos que había se estaban retirado lenta y sutilmente dejando solo a mí y al mal recargado, Louise, en el mismo espacio.
Pasaron unos minutos y no pasó nada. Ella comía con más tranquilidad comparando lo de ayer. Justo cuando iba a correr de ahí escuché el inicio de mi fin, mi pesadilla.
-¡Sirvienta!
En mi vida pasada debía haber ofendido a un dios. Y me está castigando. En mi interior lloro agradeciendo a mi a abuelo y a mis padres por criarme.
(...)
No sé que decirle. Es linda, es muy tierna. Tiene las manos muy lindas... Diré lo primero que se me venga a la mente.
-Te ves deliciosa.
Sí. Soy muy mala para hablar. ¿Qué me pasa? No soy así.
Veo a la sirvienta ponerse pálida se le veía como una combinación de terror y asco. ¡Por Brihimr! ¡No soy aterradora realmente menos doy asco! ¡Soy una linda, dulce, carismática y, recientemente, gran grourmette de las comidas!... Sí. Debería estar agradecida de que le este hablando y este interesada en ella... ¡Decidido! ¡Decir "te ves deliciosa" es un cumplido desde ahora en mi vocabulario!
-¿Cómo te llamas, lindo pedazo de carne de calidad? Soy Louise Françoise le Blanc de la Vallière.
La veo indecisa y algo me dice que esta lista para gritar y golpearme con esas lindas manos.
¿Por qué me llama tanta la atención ella?
¿Qué debería hacer para relajarla y hacer que comprenda que no quiero lastimarla?
"Lou, ¿qué tal si le das tu mejor sonrisa a ese pedazo de carne?", dijo mi parásito vecino sin nombre.
"¡Hey! ¡No soy un parásito!", grito en mi interior con pasión.
Ignoró esa parte y hago caso a su consejo. Una sonrisa sincera siempre alegra a una bella dama.
A las 1, 2 y ¡3!
Sacó mi mejor sonrisa. Poco sabía que mi amigo intervendría de manera involuntaria como en mi reciente despertada nueva perspectiva sobre lo gourmet.
ESTÁS LEYENDO
La magia es mejor con los puños
FanfictionLouise hizo el ritual de invocación como era previsible. No obstante, lo que salió no era lo que esperaba. Era un tipo de masa amorfa de color transparente que se movía. Se le acercó con tranquilidad a Louise. Así que firmó besando a la masa que...